viernes, 9 de abril de 2010

Como evitar el fracaso de la ciudad (sermon del segundo domingo de abril)

Para completar...


1. Fortalece la introduccion, orientándola a la vida de los oyentes, con aplicaciones prácticas que reflejan la idea central (IC)

2. Fortalece los puntos menores o subpuntos con explicaciones y reflexiones que exponen y explican el texto

3. Fortalece la estructura, colocando las transiciones (al texto, al primer punto y segundo punto)

4. Fortalece la conclusión, mostrando las aplicaciones prácticas de la idea central, sugeridas en la introducción, pero explicadas con mayor extensión en la conclusión; busca cerrar con una ilustracion pertinente


Introducción

1. “Quien no ha visto Granada no ha visto nada”, dice el dicho español. “Granada la bella dicen además. De Barcelona dicen: “Barcelona es buena, cuando al bolsa suena”

2. Más cerca de casa a Guatemala la elogiamos como “país de la eterna primavera”. A la capital le llamaron “tasita de plata”. ¿Serán esos dichos importantes?

3. Quizá lo que define a una ciudad no sean sus jardines, su arquitectura, su belleza, si no su gente. Las costumbres, las prácticas y la seguridad de un país son al clave.

4. ¿Se puede confiar en su gente? ¿Te dicen la verdad? ¿Se aprovechan del desconocido? Tu eres la ciudad dice la publicidad.

5. Cuando me sonríen, pero en cada esquina me asaltan ¿Puedo confiar en esa ciudad y en esa gente?

6. Cuando todos gritan Dios mío, Dios mío, pero nadie respeta a su prójimo. ¿puedo creer en la moral de ese pueblo?

7. Los sabios siempre han ido al grano. La belleza es superficial y no todo lo que brilla es oro. Los sabios de Israel creían que los elogios no dicen mucho de la ciudad.

8. ¿De qué está hecha una ciudad o un país? De la práctica de la justicia creían los sabios. Esa es la lección que encontramos en Proverbios 14:34.

I.C. La hermosura o fealdad de la nación dependen del respeto al derecho ajeno.

Propósito: Valorar el respeto e integridad en el trato con el prójimo.

I. Las naciones y ciudades pueden ser hermosas, v.34

A. La justicia de una nación, v.34a

B. La grandeza de una nación, v.34a

II. Las naciones o ciudades se pueden asentar sobre la maldad.

  1. La maldad de una nación, v.34b
  2. La vileza de una nación, v. 34b

Conclusión

1. En este texto hemos visto que la hermosura o fealdad de la nación dependen del respeto al derecho ajeno.

2. ¿Qué valor tiene para usted la integridad, la verdad y la honestidad en el trato con el prójimo? Cosas tan sencillas como ¿Da usted instrucciones cuando no sabe? ¿Se preocupa por la falsedad y mentiras que todos decimos sin darnos cuenta? ¿Se puede confiar en usted? ¿Es su palabra tan fuerte como un contrato?

3. Si su conducta, su veracidad, su responsabilidad fueran el rostro de la nación, ¿Sería un rostro bello o sería un rostro despreciable?

4. Ojalá fuese cierto lo que dice el lema del Inguat la oficina estatal de turismo: “Guatemala el alma de la tierra”. Pero lo más importante es que esa alma represente la justicia de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario