viernes, 29 de enero de 2010

Es pecado aburrir a la gente con la Biblia


Presentar la Biblia en forma aburrida da a entender que la fe es aburrida, que el cristianismo es aburrido. El letargo puede sugerir que la Biblia es irrelevante y que Dios es uno de los trámites al que hay que jugarle la vuelta para encontrar la felicidad. De ahí que, el tedio en el púlpito, pueda guiar a la gente al pecado. Por eso no es del todo errado decir que es pecado aburrir a la gente con la Biblia.
En parte, los problemas del pastor en la Iglesia, pueden sucitarse porque la gente esta aburrida y eso les conduce a hacer cualquier cosa, aun a crear problemas, con tal de deshacerse de quien los aburre. Por eso, el pastor no puede darse el lujo de ser aburrido en su mensaje. Es que eso puede llevarle muy lejos… de la Iglesia que pastorea. Estudiar, es mas que preparar un mensaje, es preguntarse cómo llegar a la gente para sacarle la idea de que fe, es igual a tedio.
La predicación requiere entusiasmo, imaginación, humor y empatía para aligerar el sermón. El sermón no es aburrido cuando usa el entusiasmo. El entusiasmo comunica que algo es realmente importante. Es la pasión, que no es lo mismo que “gritar”. Es la energía, de que esto realmente debe ser oído, pues se trata de un asunto de vida o muerte, y eso debe mostrarse al predicar.
Un mensaje no es aburrido cuando usa la imaginación. Imaginación es explicar el texto de formas nuevas. Es tomar ilustraciones de la vida. La forma en que ilustramos la verdad es una de las maneras de usar la imaginación. La imaginación se ve en el lenguaje, en las figuras y en las reflexiones que hacemos de la verdad: frases vivas y frescas para aplicar y explicar el texto.
Otro punto para que el mensaje no sea aburrido es usar el humor. Francamente, no hablamos de contar chistes, sino de usar situaciones humorísticas en función de la explicación del texto. Por otro lado, esto no todos pueden hacerlo. A algunos el chiste les sale insípido y a la gente le sabe peor. Para contar chistes no necesitamos un púlpito y menos el tiempo del domingo en la mañana. Afuera, en la radio y la televisión hay quienes hacen eso con gran maestría y no necesitan competencia. Pero, cuando se toma con humor una situación de la vida, pertinente al pasaje, el mensaje se acerca a la gente y la gente se acerca a Dios.
Aun más, otro punto que quita el aburrimiento del mensaje es usar empatía. Esto quiere decir, que la gente sienta que la enseñanza busca conectar con su vida, con su situación difícil y con sus desafíos. No estoy “pontificando”, ni  “conferenciando” en una suerte de monólogo, o peor aun, de soliloquio, en el que sólo importo yo. Estoy dialogando con personas, sobre sus necesidades y trasluciendo las mía, en un afán de mostrar que el predicador esta preocupado por la gente y no sólo por sus ideas.
Uno puede también cumplir con la receta plena para el aburrimiento. Llenar el mensaje de detalles sobre el mundo lejano y el pasado remoto. Discutir en detalle las fechas del imperio Asirio, o la descripción del periodo de Bronce, o todos los argumentos sobre la historicidad de los patriarcas bíblicos. Agregue a eso la ausencia de entusiasmo, imaginación, humor y empatía y tendrá la colección de información más toxica que una audiencia puede tolerar.
El efecto nocivo de esa predicación alcanza al predicador, a la congregación y a la vida práctica de sus oyentes. El prestigio de la iglesia es igual a aburrimiento; la vida cristiana es irrelevante y este ministro, y todos los que predican, entre mas lejos estén de mi atención, cuánto mejor.

miércoles, 27 de enero de 2010

Diez es igual a uno (Sermón para el quinto domingo de enero)


Introducción
1.        “Los diez mandamientos son como una moneda de dos caras; un lado nos habla del amor a Dios, y el otro, del amor al prójimo”. (Capta la atención)
2.        Nadie recita la mitad de un verso; o compra la mitad de un instrumento; o adquiere la mitad de un vehículo. Usted no compra la mitad de un libro ni obedece la mitad de las reglas.
No podemos ser padres a medias; tampoco ser esposo a medias y menos podemos adorar a Dios a medias. Porque la entrega total a estas tareas determina el resultado. El resultado del cirujano, del equipo deportivo, o del sonido del instrumento, depende de su perfección. De su práctica y de su forma cabal. (Sugiere el tema)
3.        Vivimos en una cultura de improvisación. Mi trabajo lo completa otro. La lealtad está dividida: el afecto está negociándose si no repartiéndose. Las reglas de amor y la convivencia fracasan. ¿Cómo se depende de Dios en una cultura de mediocridad? ¿Cómo se cumple el propósito de Dios con siete oficios y catorce necesidades? ¿Cómo descubrir el oficio, la pasión y la entrega verdaderos? (Muestra pertinencia)
4.        Dios sabe que tenemos necesidad de su dirección para hacer las cosas bien. Por eso, al salir de Egipto, Dios le entregó a Israel los diez mandamientos. (Transición al texto) El pueblo se hallaba en el desierto, en territorio neutral, en donde no hay Estado, ni ley ni ideología. Ahí, él hizo un pacto con ellos. (Contexto histórico). Su ley básica, su voluntad perfecta para vivir. Esa lección que demanda una entrega total se nos repite hoy.
Abra su Biblia a  Éxodo 20: 1-17, la enseñanza que Dios nos da aquí es que…
I.C. Nos entregamos totalmente a Dios, fundando en ello el solicito respeto al prójimo.
Propósito: Exhortar a adorar a Dios porque siempre repercute en el cuidado del prójimo.

Este pasaje tiene dos partes, en la primera veremos la entrega total a Dios, v. 1-11; en la segunda veremos que de ello deviene el respeto al prójimo, v. 12-17. (Repaso transición)


I.  Nos entregamos totalmente a Dios. v. 1-11
A.  Reconociendo quien es Dios, v.1-6
El texto empieza mencionando los dos nombres de Dios. Dios v.1 y Jehová v.2. Dios se usa en el contexto más universal. El es el Dios de las naciones y de cielos y tierra. Jehová es el nombre que se utiliza para hablar del Dios que hizo pacto con un pueblo. Dios se reveló a una tribu de nómadas sin gran liderazgo, sin leyes y sin seguridad para cuidarles, protegerles y guiarles. “Yo soy el que soy”. El providente y amoroso yo soy. Hoy vivimos bajo la ley de Cristo, la ley del amor.
Vea el v.2. Aquí les recuerda “yo soy Jehová, tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto”. Dios está por pedirles lealtad total. ¿Por qué? Por que el creó a la nación. Hizo de un pueblo esclavo un pueblo de gente libre y ahora les dará leyes para que nadie más esclavice a su hermano.
En el v.5. El se declara: “Jehová tu Dios fuerte y celoso”. El no admite competencia. El declara “que visitó la maldad de los padres hasta la tercera y la cuarta generación”. La clave de la visitación está en la frase al final del v.5: “De los que me aborrecen”. La indiferencia a Dios que es el significado de “aborrecer”, se aprende de los padres.
El v.6 dice: “hago misericordia a los que me aman”. También dice aquí cómo se demuestra ese amor o prioridad de Dios “guardando sus mandamientos”.
B.  Respetando la reputación de Dios, v.7.
“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano”. Se hace cuando se jura, cuando se le invoca sin sentido, cuando se le menciona en la iglesia sin poner sentido a lo que hacemos.
C.  Recordando a la persona de Dios v.8-11.
“Acuérdate del día del reposo”. No solo las personas y las cosas son sagradas, también los tiempos. Vea el v. 9: Todas las prisas, todas las carreras, toda la presión se permiten en seis días. El trabajo es sagrado pues se hace para Dios. Pero dice el v.10, “el séptimo día es día de reposo”. El propósito es no olvidarnos de Dios. ¿La razón? El ejemplo de Dios v.11. Dios descansó y meditó en sus obras. En 8 al 11 Dios se asegura que tú y yo tomamos  tiempo para meditar en la obediencia.  

II.    Nuestra total entrega a Dios hace posible el solicito respeto al prójimo. v. 12-17
A.  Si nuestra entrega a Dios es total amamos y respetamos nuestros padres. v.12
¿Por qué se considera a estos mandamientos la base de toda la moralidad pública? Las primeras cuatro órdenes no son leyes nacionalistas, son principios universales, aplicables a toda cultura y toda raza y sirven de base para proteger al ser humano.
Lo más básico es el amor y la honra a los padres v. 12. Honrar es causar que con mi conducta se hable bien de ellos. Jesús es la palabra que hoy obedecemos.
B.  Si nuestra entrega a Dios es total amamos y respetamos nuestro prójimo. v.13
Vea el v.13 “No matarás” significa que quien reconoce totalmente a Dios puede y quiere respetar la vida ajena.
C.  Si nuestra entrega a Dios es total respetamos los límites de nuestro propio matrimonio. v.14
Respetar a la mujer ajena y proteger mi propia relación. El énfasis en este texto es reconocer los límites que guarda mi propio matrimonio.
D.  Si nuestra entrega a Dios es total respetamos la propiedad ajena. v.15
 “No robarás”. Dios nos pide respetar la propiedad ajena.
E.  Si nuestra entrega a Dios es total respetamos la verdad y autenticidad como modo de hacer justicia. v.16-17
En v.16, dice que quien reconoce el celo de Dios no dice mentiras contra su prójimo. Cuida su lengua. La justicia, aun hoy, depende de decir lo que sabemos, decirlo cuando es oportuno y callar cuando es inoportuno (no avanza la justicia).
El v.17 dice que reconocer la grandeza de Dios controla los vicios del corazón. Codiciar es un pecado interno. Aquí prohíbe codiciar propiedades y relaciones ajenas, porque el que piensa y desea el mal termina haciendo el mal.
Conclusión
1.        La lección es que nos entregamos totalmente a Dios, fundando en ello el solicito respeto al prójimo. Los derechos de cada persona se construyen amando a Dios. Además, ese respeto construye a la nación. (Repaso)
2.        La vida, la propiedad y la libertad de cada uno es algo que Dios protege. En su ley, Dios nos da el fundamento para vivir respetuosa y amorosamente como personas No hay plena justicia en donde no se protege y respeta el derecho ajeno. Nadie puede decir que ama a Dios, a quien no ve, si no ama a su hermano a quien ve. Los Diez mandamientos son uno sólo amar a Dios y amar al prójimo. (Pertinencia y Aplicación)
3.        Dios quiere que le ames, que le des tu corazón completo y tu lealtad total. Pero esto se pone a prueba día a día, frente a los ídolos del mundo y frente a los prójimos difíciles. ¿Amas realmente a Dios?  ¿Cumples sus mandamientos? (Cierre)

lunes, 25 de enero de 2010

Se puede ser bíblico y ser actual


Muchas veces, lo que se entiende por predicación bíblica, esa que enseñan en el seminario o escuela bíblica, es un desborde de datos que refleja el mundo de tierras lejanas y del pasado remoto. Obviamente, nos quedamos predicando en el aula del instituto bíblico o del seminario, sin siquiera llegar a la capilla o al devocional. Por eso, hay cumplidos que deberían sonar a insultos a cualquier predicador. Por ejemplo, "que bonito habla", "que persona tan informada".
Hay otro extremo igualmente peligroso, el efectismo. Consiste en decir frases chispeantes, paradojas, o ideas recién prestadas de alguien, sólo por el mero hecho de captar la atención, sin ningún contenido bíblico.  Supongo que, como en el caso del humor, el efectismo sólo es válido si sirve a la explicación del texto. Si, más bien atrae la atención sobre el predicador, es pura vanidad. Por eso, debería tornarse en insulto al predicador que se diga "que buenos chistes cuenta", "que gracioso es".
En el primer caso, el predicador recibe 10 en conocimiento bíblico, pero los comentarios reflejan cualquier  cosa, menos que la Palabra de Dios afectó seriamente la vida del oyente. En el segundo caso, el predicador recibe 10 en capacidad teatral, pero los comentarios sugieren que, probablemente, la Palabra de Dios no recibió un adecuado tratamiento en el mensaje. 
Los buenos sermones son bíblicos. En primer término, el mensaje no debe solo tener un barniz de biblia, sino el esqueleto mismo debe ser bíblico. El sermón debe estar adherido a la Biblia y su forma y contenido debe estar fundado en las Escrituras. Eso quiere decir que predicamos un pensamiento bíblico, cuyo desarrollo se representa en proposiciones que reflejan en su andamiaje, el argumento del autor. 
La tentación del predicador, al ser bíblico, es que el sermón trate de tierras lejanas y del pasado remoto. Con juicios de valor contra Caín por no hacer sacrificios, o contra Siba por engañar a David y traicionar a Mefiboset, o contra Pedro por judaizar, sin llegar al significado de eso para el creyente hoy. Hoy, eso mismo equivale a hacer del progreso espiritual de mi hermano motivo de discordia; o del manipulador, el trepador que destruye a otros con tal de avanzar; o el “políticamente correcto,” que calla lo que cree, para no escandalizar al prójimo.
El buen sermón mantiene en  mente esa tensión. No se puede negociar “qué” decimos, pero tampoco se puede olvidar “a quién” se lo decimos.  En cierto sentido, no predicamos sólo la Biblia, predicamos las tensiones y dificultades de los personajes bíblicos al actuar, creer, pensar y decidir. En otras palabras, predicar no es sólo ayudar a la gente a comprender la Biblia, es ayudar a la gente a entender cómo la Biblia se relaciona con ellos.
Los predicadores que se dicen “expositivos”, pueden carecer de rigor al no preguntar cuál es el rol de este texto en el argumento del libro bìblico. Pero, de igual manera, pueden no preguntar cuál es el propósito de este mensaje para la vida de los oyentes. Pertinencia es decirle a la gente por qué esto es importante en su vida. Mostrar la eficacia, más que decirla. En otras palabras, decirle cómo funciona esa verdad bíblica en su vida: en la casa, el trabajo y en la escuela. Es hablar al oyente sobre el oyente.
Los predicadores serios tratan de mantener el equilibrio entre el texto y la gente que oye. El sermón debe contener la esencia bíblica y la pertinencia contemporánea, y esa es tarea difícil para el predicador. No hablar de si mismo, sino de los oyentes, de sus luchas,  pero en términos bíblicos.

viernes, 22 de enero de 2010

Cómo palpita una idea


Fue el profesor bautista, John A. Broadus (1827-1895) quien propuso en su texto de homilética, alrededor de 1870, que el mensaje debía tener una proposición que, fundamentalmente, resume de qué voy a hablar.  La "proposición" de Broadus es la primera expresión de la idea central. Un gran salto adelante, pues para Broadus la proposición representa al texto bíblico. 

La diferencia con Broadus,  es que para él, un mensaje era o textual (un verso), o temático (un tema) o expositivo (una porción), mientras que hoy, muchos creemos que todo mensaje es expositivo cuando explica el fondo histórico y gramatical del texto que cita y explica. Broadus describe la Idea central como factor unificante del mensaje, como hemos dicho aquí en la “ley de la unidad”.
Es el profesor Haddon Robinson quien transmite a sus estudiantes el concepto de la idea central con este nuevo nombre. Primero en clase y luego a través de su Bilblical Preaching (1981). Robinson cuenta que el preguntaba a sus estudiantes, al examinar el texto, "cual es la idea principal", usando una frase en boga en los 60s, que eventualmente pegó y quedó como la nomenclatura “oficial”, the main idea. Describámosla.
La idea central es un pensamiento. Robinson advierte que nunca ha sabido de nadie que haya sido tocado por el bosquejo de Gálatas. Pero por una idea, la gente vive o muere. Si se trata de una idea bíblica con mayor razón. Por eso decimos lo siguiente.
La idea central es una idea bíblica. Por bíblica nos referimos a que responde a dos preguntas básicas: de qué esta hablando el texto y qué dice de eso que esta hablando. La idea sufre definiciones y redefiniciones en tanto el predicador la plantea de dos formas, una, para entender el texto en tiempos bíblicos: referida al pasado arcaico y remoto. Otra cuando la traduce al presente, vital y pulsante, en una frase que, de ser posible, sea memorable y chispeante.
La Idea central debe ser sencilla para ser eficaz. Una larga declaración que amontona sujetos puede ir en cualquier dirección. El Dr. Oscar López, profesor de homilética, predicó hace muchos años un sermón sobre Efesios 4:25-32 que nunca podré olvidar. La idea central era “Las reglas de la vida cristiana son muy prácticas”.  
La idea central eficaz se hace eco a la vida del oyente. Es decir esta idea tiene una fuerza capaz de representar al oyente diferentes desafíos. Tome por ejemplo Deuteronomio 18:9-14 que puede aplicarse a las ideologías humanas: “Las prácticas comúnmente aceptadas dirigen al pueblo lejos de la Palabra de Dios”. Es decir, la idea tiene proyecciones expansivas en el presente que el oyente reconoce.
La idea central poderosa es aquella que el oyente siente que es verdad. Si se refiere a alguna realidad escondida y esotérica, quizá no intercepte la realidad de la gente. Hoy los compositores dicen que una buena canción es la que prende o llega.  Lo mismo puede decirse de la idea central. Prende porque representa la realidad humana, fallida y golpeada. Prende porque el oyente siente que tiene que ver con el, con su cotidianidad y con su necesidad.
En suma, la idea central es eficaz cuando representa un pensamiento unificante, con sencillez, con la fuerza que el oyente reconoce como verdad encarnable para vivir, pensar y creer. La característica principal no es un “principio general”, “vagamente bíblico” y “ligeramente religioso”, sino el hecho de que por esa idea central transita, en su médula, la savia bíblica.

miércoles, 20 de enero de 2010

Vigila tu muro (Cuarto domingo de enero)



Introducción
1.    “Necesitamos más gente que diga si a Dios y menos gente que diga no se puede”. (Capta la atención)
2.    En 1409 Juan Hus se propuso reformar a la iglesia de Bohemia, muchos decían que era imposible y en eso se especializó Hus. En 1569 Casiadoro de Reina se propuso traducir la Biblia de los idiomas originales al castellano. Muchos decían que era imposible y en eso se especializó Casiodoro. El mundo se desmorona y yo tengo que cuidar mi puesto. La ciudad se nos derrumba y tú tienes un turno para vigilar. El país se nos hunde y todos tenemos un puesto que cuidar, para que la tragedia no suceda en nuestro turno, ni en nuestro puesto. (Sugiere el tema)
3.    El enemigo puede colarse: ese enemigo es la indiferencia al dolor ajeno; es voltear la mirada a la violencia, es la indiferencia a la injusticia en todas sus formas Todos tenemos un puesto que cuidar. Mientras la iglesia calla sobre el amor al prójimo, tú lo practicas. Mientras otros duermen y se preparan para tomar su puesto y su turno, tú asumes la responsabilidad. (Muestra pertinencia)
4.    Esta lección la aprendió David, y nos la enseña en uno de los Salmos. (Transición al texto). Posiblemente, lo escribió cuando la revuelta de Absalón ponía todo en riesgo, la unidad familiar, la estabilidad del reino y la relación padre e hijo. David vio esas circunstancias difíciles como oportunidad para evaluar sus responsabilidades y asumirlas. (Contexto histórico).
5.    La lección se encuentra en el Salmo 11 (leerlo). La lección es…

I.C. Quien asume su responsabilidad, muestra confianza en Dios en tiempos de crisis.
Propósito: Asumir la responsabilidad ética incluye enfrentar a los que hacen el mal.

Veamos las partes de este pasaje. No evadir la responsabilidad está en los vrs. 1-3; asumirla como señal de confianza en Dios, está en los v.4-7 (repaso anticipado)

En primer lugar vemos que… (Transición)

I.     El creyente asume su responsabilidad porque confía en Dios, v.1-3
A.  Rechaza el consejo a evadir la responsabilidad v.1.
El salmista empieza afirmando su confianza en Dios. ¿Cómo he de refugiarme en una región montañosa para esconderme y evadir la responsabilidad? En contraste a esta invitación, es el Señor su nido y su refugio.
Nosotros hoy tenemos también invitaciones para evadir la responsabilidad. Creemos que estar en la iglesia es más importante que realizar nuestras tareas. Pensamos que orar es más importante que trabajar.
B.  Conoce las obras secretas de los malos, v.2.
Ahora el ave que anida en Jehová ve el arco y la flecha del cazador. Las flechas o saetas son también una forma de hablar de las palabras o del discurso, en este caso, en contra del justo. Isaías 49:2 dice que las saetas son las palabras puestas en la boca de su siervo. Los malos se disponen a atacar a los rectos. Estos malos son aquellos que en Israel rechazan la ley de Dios como fundamento de la conducta, por ello murmuran contra el rey.
C.  Concluye que evadir su responsabilidad deja sin futuro al justo, v.3
Si los planes del malo se consuman, si su agenda prevalece, “los fundamentos son destruidos”. La palabra “fundamentos” se usa en Isaías 19:10 sobre el negocio de la pesca. Conecta la idea del v.10 con los versos 5-10 que le anteceden y que se refiere a la pesca como actividad económica. En el Salmo 82:5 y Ezequiel 30:4 se usa la palabra con relación a la ley y al orden moral.
Es posible que el salmista tenga en mente todos esos conceptos: lo económico, lo legal, lo político y moral de la nación. Y la pregunta es si todo eso se cae ¿Qué futuro tiene el justo?
Esta es la obligación de cada uno. Si creemos que nuestro país se desmorona ¿cuál es nuestra tarea? ¿Vamos a permitir su ruina? ¿Sabemos qué hacer y no lo hacemos? ¿No sabemos qué hacer? 
El creyente no solo asume su responsabilidad porque confía en Dios, también… (Transición)
II.      El creyente asume su responsabilidad porque confía que Dios le examina y le sostiene, v.4-7
A.  Asumir la responsabilidad es la respuesta al examen de Dios, v.4.
Dios está en su templo. Dios está próximo, cercano, sé en donde encontrarme con él. Dice “Jehová tiene en el cielo su trono”. Su trono o autoridad están encima del trono de los hombres. Él ve la maldad y el desasosiego político, por que sus ojos ven y sus párpados examinan lo que hacemos los hombres. Dios no tiene párpados, pero el examina detenidamente el desarrollo de la vida humana.
B.  Asumir la responsabilidad es la respuesta a la prueba de Dios, v.5
La palabra “probar”, consiste en esperar que usted y yo hagamos algo. La prueba al justo le viene en el día a día. Ahí es en donde él creyente decide, escoge, obedece, se esconde o asume su responsabilidad.
C.  Asumimos la responsabilidad por que Dios castiga a los malos, v.6
Quien está en esa posición Dios lo juzga. Le hace llover calamidades o trampas. El cáliz es su porción en la vida, lo que le toca recibir: fuego, azufre y viento abrazador.
D.  Asumir responsabilidad es la respuesta a la demanda de Dios, v.7
Dios es justo y ama la justicia dice el salmista. El hombre recto verá el favor de Dios. El rostro se usa para hablar de su favor aquí y ahora en textos como Génesis 33:10 y Job 33:26. Es aquí en la obediencia, en el camino de la sabiduría en donde veremos la bondad de Dios.

Conclusión
1.    El texto nos dice que al asumir mi responsabilidad para enfrentar aquello a lo que Dios se opone, se revela mi confianza en Dios. En primer lugar, el creyente asume su responsabilidad; en segundo lugar, confía en Dios quien le examina (Repaso)
2.    Necesitamos menos gente que diga “no se puede”, más gente que diga si a Dios.
Cuando oramos, “Señor, sea hecha tu voluntad”, debemos de poner nuestra acción al lado de nuestra oración. Tú tienes tu muro, tú tienes tu puesto y lo vigilas, defiendes y peleas para que Dios sea conocido, para que su voluntad sea hecha. Tu muro es tu empleo, es tu casa, es la universidad y tus pasatiempos o deportes. (Pertinencia y Aplicación)
3.    Ahí, en donde se necesitan fundamentos, ahí estas tu; ahí en donde se necesita denunciar a los malos, ahí estas tu; ahí en donde se necesita construir el futuro, ahí estas tu; ahí en donde se necesita asumir la responsabilidad, ahí estas tu, para vigilar tu muro. Que el mal derrote a todos los que lo permitan, tu vigila tu muro y confía en que Dios te esta dirigiendo. (Cierre) Oremos.

lunes, 18 de enero de 2010

Los ladrillos para construir un sermón


Una definición para explicar el proceso. Predicación expositiva es sacar a luz la pertinencia de (1) una idea del texto bíblico, que se obtuvo (2) estudiando e interpretando adecuadamente la biblia, con el fin de (3) formular en una proposición memorable, (4) la contribución particular de esa idea, la cual (5) se presenta usando los medios más efectivos de comunicación, para (6) lograr en el ser humano lo que la teología del pasaje propone, (7) desafiando al pueblo de Dios a hacer algo con ese mensaje.
Una idea del texto bíblico. El primer paso al preparar un mensaje es considerar en oración el texto que he de predicar. Al hacerlo es importante asegurar que se está estudiando una unidad completa de pensamiento: un párrafo, una historia, un poema completo, un dicho de sabiduría cabal. Por supuesto, ha de estudiarse sin aislarlo de otros textos que lo iluminen.
Interpretando adecuadamente la Biblia. Esta es quizá la mayor dificultad que se enfrenta. Sabemos leer la Biblia pero enfrentamos dificultad al manejar la Biblia homiléticamente. No es lo mismo leer la Biblia para mi devocional personal, que interpretar el texto para predicarlo. De igual manera que no es lo mismo hacer un dibujo en la pizarra que pintar un cuadro al oleo. Lo uno es efímero y rápido, lo otro es duradero y más trabajoso. Entender que no es lo mismo es la primera dificultad. Predicar requiere observar, luego interpretar para poder llegar a aplicar adecuadamente el texto. Tres pasos básicos del estudio bíblico.
Una proposición memorable. Una de las leyes de la comunicación oral es que la mente busca la unidad de todo lo que percibe. Por eso la idea central busca suplir esa unidad. También es cierto que esa proposición memorable se apuntala en los puntos mayores y menores del mensaje. De ahí que insistamos, que todos los puntos deben ser elaborados en ideas completas. La idea central es el corazón del mensaje, y el sermon ha de tener forma de sermón, cosa obvia que no siempre se sigue.
La contribución de esa idea. No predicamos sólo “las palabras” del texto sino “las ideas” del texto; predicamos la “teología” detrás del texto. Eso no significa sacar “principios”  tan generales que vagamente o indirectamente representan el texto. La verdad bíblica que esta en el pasaje es una enseñanza específica que debe definir el mensaje.
Usa los medios más efectivos de comunicación. Nos referimos a la ley de la unidad, que vela por la coherencia entre idea central, propósito y conclusión; la ley del orden, que da solo la información que la mente del oyente necesita; la ley del progreso, que tiene un sentido de avance; la ley de la pertinencia, que tiene en mente la aplicación a la vida del oyente; la ley de la claridad, que trata de hacerse entender; la ley de lo primero, que pone atención a cómo se empieza; y la ley de lo mas reciente, que pone atención a cómo se finaliza el mensaje.
Para lograr en el ser humano lo que la teología del pasaje propone. El propósito del mensaje combina la idea bíblica con la contribución de la idea a la revelación. Es decir, Dios se propone enseñarnos algo, invitarnos a la fe por algo, o pedirnos obediencia a algo, lo cual el propósito recoge para aplicar más extensamente el mensaje a la vida de la congregación.
Desafiando al pueblo de Dios a hacer algo con el mensaje. Todo mensaje debe aterrizar en una decisión, ya sea a creer en algo, a confiar por algo o a hacer algo. El creyente debe comprometerse con Dios respondiendo existencialmente al mensaje que ha escuchado.

viernes, 15 de enero de 2010

Qué aprendemos de los gigantes del púlpito


A Charles Spurgeon (1834-1892), en Inglaterra, le llamaron el “príncipe de los predicadores”; a Dwight L. Moody (1837-1899), en Estados Unidos le llamaron “el evangelistas más grande del siglo XIX”. En el Siglo XX, vinieron Billy Sunday, más tarde Billy Graham.  No hemos hablado del siglo XVIII, en el que se destacaron, en Inglaterra, George Whitefield, John Wesley, y en Estados Unidos, Jonathan Edwards y  Charles Finney (1792-1875). La enorme proyección de estos hombres se ha atribuido a razones variadas, pero se destaca su preparación esmerada.
Se trata de predicadores que presentaron variedad de estilos. En el siglo XVIII y XIX no había sermones que fuesen estricta exposición bíblica. El desarrollo era más temático que textual. La cita bíblica aparecía al inicio y el resto era un largo desarrollo de pensamientos en torno al texto. Estos “discursos evangélicos” eran mas piezas oratorias que explicación del texto bíblico.
También es cierto que se trató de predicadores de una gran elocuencia. Eran presentadores que podían empezar a hablar con gran convicción, con un manejo extraordinario de los argumentos, las ideas y las palabras. Esto aunado al manejo literario del inglés, que era un gobierno casi poético del idioma. Eran cerebros muy bien empleados, para nada oxidados.
Estos predicadores también tenían inteligencia y memoria bien utilizadas. Esto les permitía citar fuentes, datos y textos con gran facilidad. Su capacidad de articulación parecía improvisación, dada su enorme capacidad para recordar datos. Sin duda, esa memoria podía haberse envejecido con la herrumbre de la pereza. No fue ese el caso, estaba tan afilada como la navaja del zapatero.
Es cierto también que estos predicadores tenían habilidades innatas como comunicadores. Lo dicho hasta aquí se resume en eso. La elocuencia, la memoria y la inteligencia son habilidades con las que ya venimos. Eso dice que hubieran sido exitosísimos como artistas de teatro, abogados o vendedores, pero usaron su enorme talento para servir al señor.
No cabe duda que también eran predicadores que se preparaban. Su discurso tenía cierta sofisticación.  La pieza oratoria no es cosa fácil de articular. Repetir eso vez tras ves en una iglesia es algo sumamente difícil. En cierto sentido es más fácil predicar la Biblia que componer “discursos evangélicos”. La agudeza de los argumentos de Jonathan  Edwards o de Billy Sunday es ejemplar.
Finalmente, estos predicadores se esforzaron por ser bíblicos. Recordemos que la teoría de la comunicación oral no se había aplicado a la Biblia. Había trazas de la oratoria secular, de los principios de retorica de Demóstenes y Aristóteles y eso se había adaptado al discurso religioso. La adaptación a la Biblia se ensayó a lo largo del siglo XX. En mi opinión, la aplicación detallada de las leyes de la comunicación a la estructura del sermón bíblico, encontró su mejor expresión en la obra de Haddon Robinson, La predicación Bíblica (publicada por FLET).
Sin embargo, Billy Graham empezó a decir, en los años 40´s, la Biblia dice”. Para ser un evangelista, realmente se esforzó por explicar la doctrina bíblica del pecado, del hombre, del infierno, del amor al prójimo, del amor de Dios y de muchos temas más. Resúmenes concisos  de la doctrina bíblica, pueblan sus mensajes con gran claridad. Todo esto nos sugiere una preparación esmerada, un esfuerzo por tomar las doctrinas de la escritura, procesarlas para ponerlas en palabras sencillas. El estribillo "la Biblia dice",  Billy lo respaldó con reflexiones maduras.
Eso, cuando otros se escudaban diciendo “yo soy evangelista”, que significaba, "no tengo que esforzarme en pensar, ni tengo que invitar a mis oyentes a pensar". Todos estos grandes y talentosos hombres de Dios, invirtieron muchas horas en estudiar, leer y preparar sus mensajes, cosa que para ellos era parte de su adoración a Dios. “Creer es también pensar”, dijo el pastor John Stott, y nosotros, en vez de bajar la marca debemos subir los estándares.

jueves, 14 de enero de 2010

Billy Graham... tomó ocasión de un almuerzo en su honor, para repetir lo que ha dicho toda su vida



Billy Graham tiene ahora más de 91 años; con la enfermedad de Parkinson
 
En Enero 2000, líderes en Charlotte, Carolina del Norte
Invitaron a su hijo favorito, Billy Graham, a un almuerzo en
su honor.
Inicialmente Billy vaciló en aceptar la invitación porque él
                         
lucha con la enfermedad de Parkinson. Pero los líderes de Charlotte
dijeron, “No esperamos un gran discurso. Solamente
                         
venga y déjenos honrarlo” Así que él estuvo de acuerdo.

         
Después de que cosas hermosas fueron dichas acerca de él, el Dr. Graham
caminó al pulpito, vio a la concurrencia, y dijo,
“Hoy me recuerdo de Albert Einstein, el gran físico que
este mes ha sido honrado por la revista Time como el
Hombre del Siglo. Einstein una vez estaba viajando de
              
Princeton en un tren cuando el conductor vino por el pasillo
marcando los boletos de cada pasajero. Cuando
llegó a Eintein, éste buscó en el bolsillo de su chaleco.
No pudo encontrar su boleto. Entonces buscó en su pantalón.
No estaba allí, así que buscó en su maletín pero no pudo encontrarlo.
Luego buscó en el asiento a su lado. Y aún no pudo hallarlo.
El conductor dijo, “Dr. Einstein, yo sé quién es usted.
Todos sabemos quién es usted. Estoy seguro que compró un boleto.
No se preocupe por eso.”

Einstein asintió con aprecio. El conductor continuó
por el pasillo marcando los boletos. Cuando estaba listo para
pasar al siguiente vagón, se volvió y vio al gran
físico sobre sus manos y sus rodillas buscando
El boleto bajo su asiento
El conductor se apresuró y dijo, Dr. Einstein,
Dr. Einstein, no se preocupe, yo sé quién es usted no hay problema,
Usted no necesita un boleto. Estoy seguro que usted compró uno. Einstein lo vio y dijo, “Joven, Yo también sé quien soy”,
''
Lo que no sé es a donde voy.”

Habiendo dicho eso Billy Graham continuo, ¿Ven el traje que
estoy usando? Es Nuevo. Mis hijos y mis nietos me están diciendo que me he vuelto un poco descuidado en mi  vejez
un poco mas fastidioso. Así que fui y compré un traje para este
almuerzo y otra ocasión mas.

¿Saben cuál es esa ocasión? Este es el traje en el cual
voy a ser enterrado. Pero cuando oigan que estoy muerto, no quiero
que inmediatamente  recuerden el traje que estoy usando.
Quiero que recuerden esto:

No solamente sé quien soy… también sé a donde voy