domingo, 27 de junio de 2010

La indiferencia a Dios se aprende de los padres (Cuarto Sermón de Junio)

Introducción

1. Las estadísticas ilustran la influencia del ejemplo de los padres: Si papá y mamá iban a la iglesia, 72% de los hijos continúan yendo; si ninguno de los dos asistía, solamente el 6% continuará.

2. Las imágenes más permanentes, las convicciones más fijas y las lecciones de más fuerza se aprenden en casa.

3. Aprendemos algo acerca de que hay un personaje que vive en todos lados menos en nuestra familia. Es omnipresente pero en casa parece no estar.

4. Sabe todo lo que sucede menos nuestros pleitos y desamores familiares. Es todo poderoso pero cuando en nuestra familia hay una crisis llamamos al amigo, y no a Dios.

5. La casa es una escuela y los hijos vienen sin instrucciones, o por lo menos eso creemos.

6. ¿Es su casa la escuela en la que se conoce a Dios o en donde se aprende a ignorar a Dios? ¿Se vive piedad pura o ateísmo práctico?

7. Cuando los hijos no aman a Dios, ni al prójimo, cuando no respetan al ser humano; cuando no identifican el bien del mal, algo falló en la instrucción de los padres.

8. ¿Tiene usted la sospecha de que sus hijos estan si brújula y sin dirección en la vida? Dios tiene una respuesta para usted en cuento a su familia.

9. Cuando el pueblo iba camino a la tierra prometida, Dios les entrega sus leyes. Les advierte que el no acepta rivales, que sus leyes son indispensables para vivir y que la casa es el epicentro de la santidad. La Biblia enseña sobre esto claramente. Veamos Ex. 20:5-6.


I.C. Servir a otros dioses o amar a Dios se transmite de padres a hijos.

Propósito: Advertir que hacerse dioses extraños o amar a Dios se aprende en casa


En primer lugar vemos que...

I. Dios responsabiliza a la familia de tener otros dioses Ex. 20:5

A. La advertencia contra la idolatría, v.5a

B. La Biblia dice que el corazón del hombre se desvía desde el hogar, v.5b


No solo responsabiliza a los padres, tambien

II. Dios visita la indiferencia de padres e hijos, v. 5c

A. La maldad de padres e hijos.

B. Dios visita la maldad con juicio


No solo responsabiliza a los padres y les deja probar el fracaso de su opcion sino que además...

III. Dios hace misericordia a quienes le aman. Ex. 20:6

A. Dios tiene gran misericordia, v.6a

B. Dios mide el amor a el en guardar sus mandamientos, v.6b


Conclusión


1. ¿Qué hemos aprendido aquí? Que la indiferencia a Dios se aprende generacionalmente, que se transmite de padres a hijos y que cuando se practica en casa, el corazón de la familia se llena de ídolos.

2. Cuando los padres son responsables y enseñan que Dios tiene el primer lugar en todo, no solo no hay lugar para la idolatría, sino que los hijos y los nietos y bisnietos se guardan del sufrimiento.

3. El fracaso personal, el dolor de los padres, el sufrimiento de los hijos, la perversion de la nación, la violencia y delincuencia modernas, el desproposito de la vida, son resultado directo de no conocer a Dios y de crecer sin valores.

3. Cuando Dios es reconocido en el hogar, la principal bendición es la herencia espiritual que dejamos a la familia y a nuestro país.

viernes, 18 de junio de 2010

¿Son las riquezas más importantes que las personas? (Sermón del tercer domingo del mes)

Introducción


1. La historia es dramática. Un amor imposible entre un noble y una plebeya.

2. Eduardo octavo, rey de Inglaterra, tras menos de un año renunció a la corona. En 1936 confesó en un discurso a la nación, que prefería casarse con Wally Simpson.

3. Wally era divorciada, americana y rechazada por el Parlamento y el Primer Ministro. De modo que el rey abdicó a su corona “por amor”, un amor que era imposible.

4. Esta historia de amor tiene un desafío que nos cuestiona. ¿Es posible poner las cosas de este mundo en un segundo plano por el amor?

5. La verdad es que si eso fuera facil habría mas amor en el mundo. ¿Por qué debemos usted y yo poner cualquier cosa en un segundo plano para poner por encima a las personas?

6. Jesús respondió a esa pregunta con gran claridad. Se valió de una parábola, una historia que tiene una enseñanza central.

7. Camino a la cruz, en Jerusalén enseña en el evangelio de Lucas, que la riqueza no es más importante que la misericordia. Abra conmigo su Biblia en Lc. 16:19-31.


I.C. Darle a las cosas más importancia que a las personas tiene consecuencias eternas.

Propósito: Denunciar que poner a las cosas por encima de las personas es una afrenta a Dios.


I. La importancia de las cosas sobre las personas en vida, v.19-21

A. Vea la vida del hombre rico, v.19

B. Vea la vida del hombre pobre, v.20-21


II. La importancia de las cosas sobre las personas tiene resultados eternos, v. 22-26

A. La consecuencia eterna para Lázaro, v.22a

B. La consecuencia eterna para el rico, v.22b-26

III. La importancia de las cosas sobre las personas impide oír a Dios, v.27-31

A. El rico entiende que sus hermanos pueden perderse, v.27-28

B. El rico no escuchó lo que era importante para vivir, v.29-31


Conclusión

1. Hemos visto aquí que darle a las cosas más importancia que a las personas tiene consecuencias eternas.

2. Ni las cosas, ni el conocimiento, ni la fama, ni las colecciones, ni los trajes, ni los libros, ni los pasatiempos, ni las distracciones, ni el trabajo, ni la iglesia, son más importantes que las personas.

3. Dos textos que subrayan estas verdades: Jesús dijo que “es difícil que se salve uno que tiene la esperanza puesta en sus riquezas”. También dijo: “Y si supieses qué significa: Misericordia quiero y no sacrificios”.

lunes, 14 de junio de 2010

Hay muchas maneras de mejorar lo dicho...

¿Podemos mejorar esto?


En homilética insistimos que, en teoría, todo es mejorable. De modo que por eso proponemos mejoras cosas que para algunos no necesitan arreglo porque están más que pensadas.


Sugerimos que no caigamos en la ansiedad de pensar que sólo hay una manera de decir las cosas. Más bien debemos pensar que hay muchas maneras de mejorar lo dicho, y el estudiante debe procurar descubrirlas.


¿Cómo sabrá cuál es la mejor manera de expresar, por ejemplo una idea central? Con el tiempo y la práctica adquirirá ese discernimiento.

domingo, 13 de junio de 2010

Filipenses 2:1-11

¿Podemos mejorar esto?


IC. Hay dos clases de personas aquellas que dicen “aquí estoy yo” y aquellas que dicen “aquí estas tu”.

Propósito: Animar a los creyentes a reconocer a los demás en vez de destruir al prójimo


I. La vida cristiana hace manifiesta a las dos clases de personas

A. La unión con Cristo nos hace personas “aquí estas tu” v. 1-2

B. La unión con Cristo transforma a las personas “aquí estoy yo” v. 3-4


II.Debemos seguir el ejemplo de Jesús quien es una persona “aquí estas tu”. V. 6-11

A. La persona “aquí estas tu”, como Jesús, pone de lado sus prerrogativas v. 6-7

B. La persona “aquí estas tu”, como Jesús, hace en su vida la voluntad de Dios v. 8

C. La persona “aquí estas tu”, como Jesús, es exaltada por Dios v. 9-11