viernes, 26 de febrero de 2010

Creer, es también cuidar al prójimo (Sermón, cuarto domingo de febrero)

Introducción
1. “Si el 80 por ciento de la población es pobre, es posible que la persona que usted tiene al lado, o delante de usted, sea una persona pobre”. (Llama la atención)
2. En el siglo XIX, apareció en la Inglaterra cristiana, la legislación de la compasión: se prohibía la contratación de menores y se fijaba en ocho horas la jornada laboral; se prohibió la esclavitud, y se propuso una nueva ley de pobres.
3. ¿Quién cuida del prójimo? Sólo quien ha meditado largo y tendido en el infinito valor de la persona humana. ¿En dónde se medita sobre eso? En los espacios que Dios da para ese fin. El espacio mayor en Israel era el de las fiestas judías o tiempos sagrados. Es preciso entender que el tiempo “del reposo” de la tierra, es el ámbito en el cual se aprende sobre Dios y sobre el ser humano.
4. El reposo era un tiempo de confiar en Dios, de vivir con menos, de compartir más, de tomar más riesgos; de repensar la dirección de la vida. ¿Cuál pudo ser el resultado de eso? Educarse más, aconsejar a otros, crear empleos, estar mas cerca de la familia, ser más sensible a la necesidad del prójimo. Ese es el propósito del reposo. Dios quiere que te tomes la vida con menos prisas y que hagas espacios para pensar en ti, en tus hijos y en los demás. ¿Quién sabe qué planes nacionales y comunitarios pueden surgir de una nueva visión? (Pertinencia)
5. Cuando Dios preparaba a su pueblo para entrar en la tierra prometida les dio leyes sobre el reposo para que meditaran en el infinito valor del ser humano. Pero también para cuidarnos de nosotros mismos, sabiendo qué es importante y qué no lo es en la vida. (Transición al texto). Esa es la enseñanza que Dios nos dará en esta ocasión. Abre tu biblia a Levítico 25.

I.C. Cuando buscamos a Dios en el reposo, el nos provee para vivir de manera tal que mostremos nuestro amor al prójimo.
Propósito: Enseñar que reposar es un acto de fe y obediencia que provee para nuestras necesidades

En primer lugar vemos que…(Transición)

I. Si buscamos a Dios por medio del reposo, el nos sustentará v.1-12
A. El sustento de Dios 1-7
El sustento de Dios se ve en los primeros siete versos de este capítulo. Si el pueblo guarda el reposo general de toda persona y animal, la tierra le daría para comer a él y sus siervos y extranjeros que vivan en su casa”.
Si no cultivas la fe eres indiferente al prójimo y a Dios. Por eso, estos mandamientos se escriben en la Biblia condicionalmente. Es una condicionalidad que depende del inesperado dictamen de la libertad de cada quien. El señor haría su parte. El probaría, cada séptimo año, que el es fiel, providente y amoroso.
B. La libertad de la tierra 8-12
Los versículos 8 al 12 establecen como iniciar las celebraciones del jubileo. La palabra jubileo significa trompeta, se refiere al “yobel” o cuerno, que se hacia sonar para iniciar las celebraciones.
Siete semanas de años, son cuarenta y nueve años v.8. Es el inicio de la libertad. La libertad de los cautivos, la remisión de las deudas, el rescate de los parientes pobres y la recompra de la tierra de la casa paterna son cosas que requerían mucha fe.
Además no sembrarían por un año. Eso es como cerrar la clínica por un año; como cerrar el taller por un año; como cerrar la tienda por un año. ¿Por qué? Porque Dios daría lo suficiente para tres años después del jubileo, v. 6, 12, 21.
Dios tiene un propósito para el descanso cada semana hoy. Es el mimo propósito del séptimo día, el del primer día de la semana. Llevarnos a pensar en él para perfeccionar nuestras responsabilidades a el y al prójimo.
Pero en el Antiguo Testamento la tierra es importante, por eso, en segundo lugar…(Transición)

II. Si buscamos a Dios compraremos la propiedad familiar v.13-34
A. La compraremos en el año del jubileo, v.13
En esta larga sección se nos dice como recomprar la tierra de la familia. De los 55 versos, solo hay dos referencias a “volver cada uno a su posesión” v.10 y v.13.
Rompe con el principio del clan como propietario y reconoce el derecho de cada casa del padre como propietarios (Jue. 6:15)
Los “derechos individuales de propiedad” se observan aquí. Por eso, las genealogías llevaban la distribución de la tierra al núcleo social más básico, la casa paterna. Dt. 26:10: “las primicias de la tierra que tu Oh Jehová me diste”.
B. Nos costará según el costo de las cosechas, v.14-16
Por todo esto, el autor habla aquí que “al comprar o vender no engañe ninguno a su hermano” v.14.
La propiedad sube su precio si ha sido rentable al comprador. Sube de precio conforme su poseedor ha recibido mas cosechas y por parecerle que la tierra es eficiente esta menos dispuesto a venderla.
La tierra baja de precio si el teniente ha recibido menos cosechas tras el reposo v. 15-16. Quedarse sin la propiedad familiar es comprometer a mi posteridad; es poner en riesgo mi heredad.
C. Venderemos por fe en la provisión de Dios, v.17-22
Pedir unos pesos más, o regatear unos pesos menos, puede interpretarse como tomar ventaja del hermano v. 17.
No es la habilidad de negociar lo malo aquí. Es que esta habilidad cierra el corazón al prójimo.
En contraste con eso se invita a confiar en la provisión de Dios, v. 18-22.
D. Venderemos siguiendo una propuesta de adquisición, v. 23-34
El Dios que peleará por la tierra al entrar en la tierra prometida, pide que la recobremos. La tierra que es del señor es también posesión de su pueblo. Dios se coloca como el poseedor que arbitra para asegurar que la tierra se rescate.
El sentido de “la tierra no se venderá a perpetuidad” v.23, se explica en un procedimiento para su rescate, v.24. a. En los vs.25-28 se instruye como se rescata la tierra rural de un familiar. b. las casas dentro de la ciudad v.29-30. c. las casas fuera de la ciudad, v.31.
El acto de fe no se puede legislar y todo lo que se demanda del pueblo depende de que el pueblo responda con fe, libremente.
Comprar la propiedad familiar era también confiar en Dios. Era esperar que el proveyese el dinero para la compra; que pudiese devolverla el pariente en posesión de ella; que el tenga compasión con los propios. Pero en la Biblia no solo la tierra es importante, el ser humano lo es mas…(Transición)

III. Si buscamos a Dios practicaremos la compasión por el prójimo
A. La compasión incluye el reposo temporal del materialismo, v. 35-38
El paradigma de la libertad corre en la Biblia juntamente con el de la compasión. Abrirse a la necesidad del prójimo es practicar la libertad. La interrogante esta pendiente de resolverse en cada uno de nosotros. ¿Seremos compasivos?
Hay necesidades básicas como la educación, la salud y la vivienda, que si tú no puedes cubrirlas, te coloca en extrema pobreza.
Hay necesidades secundarias, como viajar, vivir en el mejor vecindario y tener ingresos superiores a los 50,000 quetzales que te califican como persona afluente.
B. La compasión incluye un trato digno de los connacionales, v. 39-46
Ahí se aprende a cuidar al ser humano. La compasión por los pobres que si conocemos es siempre un llamado a la libertad. El uso de nuestra libertad revela nuestra fe. La condicionalidad en la redacción de estos mandamientos refleja que dependen, precisamente, de la libertad de cada quien.
C. La compasión incluye invertir en el rescate de los connacionales, v. 47-54
El pasaje de Jeremías 34 sugiere que el pueblo estaba consciente de su resistencia a observar el jubileo, rebelión que sólo con el castigo estaba el pueblo dispuesto a deponer, Jer.34:8-22.
El motivo de la obediencia es el punto central de Lv.25:v.18-19. Sin obediencia no hay Jubileo. La desobediencia del pueblo se manifiesta en la falta de reposo de la tierra, que se tradujo a falta de compasión por mi hermano. Esa falta de reposo fue la que llevó al pueblo al exilio.

Conclusión

1. ¿Quién cuida del prójimo? Sólo quien ha meditado largo y tendido en el infinito valor de la persona humana. ¿En dónde se medita sobre eso? Es preciso entender que el tiempo “del reposo” del trabajo, es el ámbito en el cual tu aprendes sobre Dios y sobre el ser humano a quien Dios ama. (Repaso)
2. Lo que aprendemos de la historia de Israel es que parece que el pueblo prefirió producir sin descanso. “Setenta por siete”, quizá solo sugiera que la desobediencia del pueblo fue total y que el juicio de Dios fue igualmente abarcador, es decir, que Dios se las cobró todas juntas. (Pertinencia)
3. La compasión de Dios es la compasión de su pueblo. Reposar de nuestra loca carrera por el trabajo, nos permite poner la mirada en aquellos que tienen necesidad. Es preciso entender que el tiempo para “reposar” del trabajo, es el ámbito en el cual tú aprendes sobre Dios y sobre el ser humano a quien Dios ama.(Aplicación y cierre)

miércoles, 24 de febrero de 2010

El proceso de refinar la idea central

Hemos dicho que la idea central se encuentra respondiendo a la pregunta ¿de qué habla el pasaje? Eso significa especificidad y concreción. Ni la generalización ni la “microscopía” son aceptables. Es necesario formular concretamente de qué habla el pasaje.

La respuesta a ésta pregunta obtiene el tema o sujeto de la idea. Ese sujeto es el concepto que subyace o amarra los detalles del texto. No es el mínimo común divisor (el 3 en 27); es el máximo común divisor (el 9 en 27). Esta Tarea no es fácil, pero ahora que se habla tanto en los seminarios de motivación de la excelencia en el ministerio, ¿habrá mejor expresión de excelencia que hacer bien aquello a lo que nos dedicamos?

Saber leer la Biblia, apreciar los detalles y expresarlos con claridad, es algo que siempre estaremos aprendiendo y perfeccionando. Para ilustrar el proceso tome por ejemplo Génesis 6:9-22. Es el pasaje de Noé, el arca, la obediencia de Noé etc. El primer análisis sugiere un sujeto o tema: preservar o salvar de juicio. ¿De qué habla el pasaje? de “salvar de juicio a la familia de un hombre justo”. “Dios preserva a la familia de un hombre justo, ordenándole construir un arca para colocar a animales de cada especie”. Esta idea es muy larga y la expresión puede mejorarse aun cuando los elementos ya están ahí. Yo prefiero menos de 10 palabras y no más de 15, pero esa no es una regla inflexible.

Hagamos un segundo intento de lectura y relectura. ¿De qué habla el pasaje? de “la orden de Dios a un hombre justo”. “Dios salva de juicio a su siervo [un hombre justo] a su familia y a las especies, por medio de un arca.” ¿Sera posible mejorarla? Mejora respecto a la anterior, por su brevedad, pero aun puede mejorarse. La idea parece muy general y el tema es Dios, que es el tema de toda la Biblia. El sujeto de la idea dice muy poco de la orden, no menciona el preservar de juicio. Intentémoslo de nuevo.

“El siervo de Dios [un hombre justo], recibe la orden de salvar a su familia y a las especies por medio de un arca”. Uno puede discutir cual era la orden ¿salvar a la familia o construir un arca? ¿Cuál va primero? ¿cuál sirve a qué propósito? Pero esta idea es bíblica y clara. Pero veamos otro intento.

“Dios ha decidido juzgar al hombre preservando a un hombre justo, su familia y las especies por medio de un arca” Aquí el tema o sujeto es “Dios ha decidido juzgar al hombre” o “el juicio de Dios sobre la humanidad”. Esta idea incluye un punto que había quedado fuera, una alusión mas clara al juicio divino. Probemos de nuevo: “Del juicio divino sobre la humanidad, Dios salva a su siervo [un hombre justo] y a las especies por medio de un arca”.

Esta idea es bastante completa, pero siempre puede correrse el riesgo de no saber que hacer con la idea del arca. Ciertamente, esto no significa [sujeto] “Dios quiere que tengas un bote nuevo este año”. De modo que “por medio de un arca”, podría aplicarse diciendo “por medio de su obediencia”, que explica bien el espíritu del pasaje. ¿De qué habla el pasaje? del “Juicio de Dios sobre la humanidad, Dios salva a su siervo y a las especies por medio de la obediencia". Note que los intentos sucesivos de encontrar el sujeto buscan probar si nuestra idea es bíblica, concisa y predicable.

El complemento se encuentra preguntándonos qué dice el pasaje de lo que esta hablando. Nuestro complemento es “Dios salva por medio de la obediencia”. El medio que se menciona en el complemento nos puede servir para el desarrollo de los puntos del sermón. La idea es que la obediencia es el medio por el cual Dios salva a su siervo del juicio.

De modo que, tenemos la idea central por medio de prueba y error. Debemos cuidar de generalizar la idea creyendo que entre mas abstracta es, mas fácil es aplicarla. Generalidades pueden hacer que el sermón parezca irrelevante, “sin colmillo”, o sin asidero fuerte en la Biblia. No hay ideas malas ni buenas. Solo ideas más bíblicas y menos bíblicas. Nuestra tarea es distinguirnos en aquello que es el fin de nuestro ministerio, el estudio y exposición de la Biblia.

lunes, 22 de febrero de 2010

La predicación puede evaporar a Dios


La marea del racionalismo del siglo XVIII y XIX nos trajo un nuevo problema teológico. La desconfianza en las fuentes del cristianismo y la paulatina sustitución de lo religioso por la razón. Franceses y alemanes dijeron que la idea de múltiples autores y variedad de editores de la Biblia echaba por tierra lo que ella afirmaba sobre la paternidad literaria de sus libros. Las universidades europeas adoptaron esa desconfianza, y muchos teólogos dijeron que quizá era hora de buscar, ya no en la religión sino en la cultura, y encontrar, ya no a Dios sino al hombre.  
La predicación en ese contexto se volvió “andar a tientas”. El lenguaje se hizo sospechoso y esa actitud estimó que  no se podía confiar en el realismo del discurso bíblico como se le conoce en la vida diaria. Todos somos realistas, en tanto creemos en un objeto porque lo vemos. No desconfiamos de nuestros sentidos porque la realidad es como un texto abierto en el cual leemos objetos, relaciones y realidades. Pero, cuando se desconfía del lenguaje y del texto sagrado, la Biblia se convierte en un discurso evocativo del más allá sin estar claros si más allá hay alguien a quien evocar.
Pero aun se acercan cientos de jóvenes para ser entrenados en las disciplinas teológicas. Muchos de ellos se gradúan abrazados al racionalismo que aprendieron de sus maestros. Uno de ellos fue el joven pastor de Safenwil, suiza. Había aprendido de sus maestros, de finales del siglo XIX, que la religión no era más que la hermandad de todos los hombres y la paternidad universal de Dios.  Sin embargo, ese joven vio consternado, como sus profesores apoyaban con su firma la declaratoria de guerra de Alemania contra sus enemigos, al tiempo que las bombas caían en Francia y Alemania. ¿Amor y hermandad? Ese joven pastor se llamaba Karl Barth.
Su profundo desanimo con esa teología, le llevó a plantearse un retorno a la fe más sencilla del Nuevo Testamento. Predicó el libro de Romanos a su congregación y luego escribió un comentario que se convirtió en una bomba, esta vez teológica, que inició todo un programa de crítica al viejo liberalismo o racionalismo alemán y constituyó un retorno a la Biblia y a la fe.
Pero Barth no se conoce en todos lados ni se le respeta en todas partes. Muchos graduados siguen pensando que la predicación es evocación de imágenes que quien sabe si conectan con alguna realidad superior. La actitud dice que el lenguaje aplicado a las órdenes, fines y relaciones cotidianas es confiable. Pero, al pasar a la Biblia la actitud cambia. Las órdenes, fines y relaciones que leemos en ella no pueden tomarse en sentido realista. Deben tomarse en sentido figurado, y equivalen al “wishfull thinking” o aún, a soñar despiertos.
A menudo se pasa por alto que la Biblia pretende que la realidad nuestra sea una continuidad de la suya. El lenguaje en el que habla puede ser sometido a la interpretación gramático histórico. De modo que, antes de saltar a la idea de que todo lenguaje es figurado, y que no comunica proposicionalmente, debemos estudiar el uso de los vocablos bíblicos en su contexto, interpretar las figuras del lenguaje y su significado, sin evadir la textura del idioma.
Saltar, con simplismo, a decir que las figuras y la textura del idioma deben tomarse equívocamente y que significan cualquier cosa, es afirmar que Dios en la Biblia no esta revelándose sino escondiéndose. Predicar, entonces, termina por evaporar a Dios, en vez de darlo a conocer. El diálogo con Dios desaparece y se convierte en buenos deseos y buena voluntad para con el prójimo. Ese “agnosticismo homilético”, lejos de la tradición profética, termina por hacerse eco irónico del salmo 14: dice el necio en su corazón “no hay Dios”.

viernes, 19 de febrero de 2010

Cuando la prosperidad no viene de Dios (tercer sermón de febrero)


Introducción
1.    “Lo que perseguimos en la vida termina capturándonos. Hay cosas que deseamos tanto sin saber que lo peor que puede sucedernos es que se nos otorguen”. (Capta la atención)
2.    Por ejemplo la historia de Liza Jones en la revista Times, a sus 19 años: pasó de la calle a Wall Street. A codazos y mentiras la chica de la calle llegó a ganar17,000.00 dls anuales, mintiendo sobre su educación, y luego 100,000.00 dls. anuales, hasta llevar a la quiebra muchos.
3.    ¿Esta Dios de nuestro lado cuando sufrimos y los malos progresan? Desilusionados porque el mundo de los negocios parece estar más allá de nuestras fuerzas, aplastados por las deudas o por la  bancarrota no tenemos respuesta. (Muestra pertinencia)
4.    Hace muchos años un hombre se hallo frente a estas interrogantes y escribió un canto al respecto. (Transición al texto)
5.    Los salmos son cantos con un mensaje de confianza en Dios. El diario espiritual de este músico, Asaf, lo encontramos en el Salmo 73. Cuando estudiamos este canto, buscando su mensaje descubrimos que lo que Asaf nos dice es que… (Contexto histórico)
I.C. La duda frente a la prosperidad del impío, esconde el trágico final de los malos
Propósito: Advertir que la riqueza fácil y mal habida tiene un trágico final
 El salmista va a desarrollar esa idea en dos partes.  Primero nos dirá que…(Transición)
I.  Dudamos frente a la prosperidad del impío cuando no estamos cerca del Señor v. 1-14
A. Dios es bueno con su pueblo vea el, v. 1
“Ciertamente es bueno Dios para con Israel; para con los limpios de corazón”.  Esta afirmación es un tributo a la fidelidad de Dios para con su pueblo. El salmista ha pasado por toda la experiencia descrita en el Salmo y quiere dejar que quien ignora la bondad de Dios tiene un problema con Dios.
B. Nuestra fe flaquea cuando envidiamos la prosperidad del malo, v.2-3
Asaf confiesa que llegó muy cerca a negar la bondad de Dios. Leamos los vrs. 2 y 3. Sus ojos se recrearon en la prosperidad del impío. En su bienestar total. En suma hermanos, cuando la solidez de nuestro camino se vuelve duda, sólo quedan atajos resbalosos bajo nuestros pies.
C. Descripción de la prosperidad del malo, v. 4-12
Los versos 4 al 12 describen la prosperidad del malo: No sufren la expectativa de la muerte. Su cuerpo es robusto v. 4. No pasan trabajos v. 5. Actuan y viven como reyes v.6 Logran con creces los deseos de su malvado corazón. v.7. Su discurso es burlón, malicioso y arrogante v. 8-9. Su gente se vuelca a ellos o gozan de gran popularidad v. 10. En su inflado orgullo dicen Dios no sabe; no conoce lo que somos v. 11. La confusión se agudiza dada la popularidad producto de la riqueza v. 12. ¿Conoce usted gente así? ¿Cómo responde usted? ¿Qué catálogo de emociones le despierta?
D. El creyente puede pensar que en vano se ha acercado a Dios, v. 13-14.
El lavado de manos era ceremonial, pero también representa la vida justa. Asaf está dudando si ha tenido valor o no su vida al lado de la justicia. Cuando dudes recuerda que "Todo lo que el dinero no te pueda comprar o la muerte no te pueda quitar, eso es lo que eres… y eso es lo que tienes". Ahí es cuando descubrimos que solo tenemos a Dios.
Semejantes dudas, son realmente sueños tontos. Así lo ve Asaf en la segunda parte de este pasaje.  El dice que…(Transición)

II. Dudamos frente a la prosperidad del impío porque no entendemos su trágico final 15-28
A.  Al acercarnos a Dios vemos el trágico final de los malos, v. 15-20
Asaf reconoce que de confesar dudas tan grandes ante el pueblo de Dios, el podría confundir aún a los creyentes mismos v. 15. La palabra trabajo en también quiere decir miseria emocional y espiritual v.16.  Sin embargo, al estar buscando a Dios en el santuario el comprende lo que sucederá a los malos v.17. Están asolados, en ruina, repentinamente destruidos según el v.18. La construcción del v.19, da a entender que su destrucción es no sólo repentina sino también total. Lo más severo es que Dios personalmente rechaza al perverso de manera resuelta Dios ve a los injustos como una sombra o imagen, como algo que no tiene realidad. v. 20.
B.  Cuando nos arrepentimos reconocemos la grandeza de nuestro destino, v. 21-26
La contrición se apodera ahora del que duda. Amargura y punzadas del corazón son literales, en el original, punzadas en los riñones, que equivale al corazón en castellano v. 21. El confiesa que ha sido torpe, sin entendimiento, como bestia. V.22. Tras esa confesión, ahora Asaf dice en el v.23 que el siempre ha estado con Dios. El v.24 dice que Dios le ha guiado sabiamente y luego le recibirá en gloria. Dios le guiará en medio de sus problemas. En el A. T. la gloria casi nunca quería decir gloria celestial, de modo que Asaf esperaba su victoria en vida. De este lado de la cruz y del N.T. sabemos que el juicio de los impíos y la recompensa de los malos se extienden aún más allá de la vida y de la muerte. Los opuestos mencionados en el v.25, los cielos y la tierra, son una figura llamada merismo, y significa que en todo el orden del universo el salmista reconoce que sólo tiene a Dios. Frente a la fragilidad humana, Asaf confieza que Dios es su fortaleza, su roca y su porción v. 26.
C.  Cuando andamos cerca de Dios podemos contrastar la destrucción de los impíos con la bondad de la comunión con Dios, v. 27-28
El concluye en el v.27 que quienes están lejos de Dios son infieles y serán destruidos. Ese final está en contraste con los que están cerca de Dios v.28, ellos gozarán de la bondad de Dios.

Conclusión
            Por eso el salmista nos ha dicho que soñar con tener la prosperidad del malo manifiesta que estamos lejos de Dios, por que al hacerlo no estamos viendo su trágico final. (Repaso)
El famoso narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha controlaba los cuantiosos capitales del cartel de Medellín. Tenía un harén de hermosas jovencitas menores de edad.  Gonzalo Rodríguez Gacha cayó abatido a tiros en Colombia junto a su hijo de 17 años, en un mes de diciembre hace algunos años. No es lo que tienen los malos, es lo se adueña de ellos, lo que anuncia su trágico final.(Pertinencia)
¿Está Dios de nuestro lado? O mejor aún ¿estas tu del lado de Dios? Al creer que quienes viven sin Dios no sufrirán ningún mal, sabemos en quien hemos creído? ¿Queremos terminar siendo poseídos por los sueños que soñamos o queremos ser posesión gloriosa de Dios? ¿De qué  lado estas cuando ves la prosperidad de los malos?(Cierre pertinencia)

miércoles, 17 de febrero de 2010

El sermón, paso a paso


El primer paso es obtener la idea central. La idea central es un concepto derivado del estudio bíblico. Consiste en la explicación, interpretación y aplicación de una idea que nace del estudio de la Biblia. Esa idea viene de uno o varios pasajes, interpretados en su contexto histórico gramatical.  Se busca el tema general o sujeto de esa idea preguntándonos ¿de que esta hablando el texto?  ¿Cuál es la palabra que mejor encierra el enfoque del pasaje? ¿Cuál es la verdad de este pasaje?  

El segundo paso es expresar la idea central en una oración.  Eso se logra preguntándose ¿Qué dice acerca de lo que esta hablando? Al unir el tema o palabra clave en el que se enfoca el texto, con la expresión que mejor define eso de lo que esta hablando, se tiene una oración. Esa es la idea a predicar.

El tercer paso es notar la necesidad humana a la que responde el pasaje. ¿Por qué es este tema importante para la audiencia?  ¿Qué tengo que hacer con esa verdad?  Esto nos permite identificar un propósito para el mensaje. Con la idea central en mano ahora debo desarrollarla y para ello debo responder tres preguntas sencillas que definirán mi propósito y mi desarrollo del bosquejo: ¿Necesitan entender esta idea?  ¿Necesitan creer esta idea? ¿Necesitan vivir esta idea?

El cuarto paso es desarrollar el bosquejo del mensaje. Si no lo entienden el desarrollo del bosquejo debería explicar la idea. Si no lo creen el bosquejo debería probar la idea. Si no lo viven, el propósito del bosquejo debería ser aplicar la idea o evidenciar las implicaciones practicas del pasaje.  El bosquejo requiere que nos preguntemos ¿cuántas afirmaciones principales sugieren el pasaje? La puntuación, o punto y aparte, nos evidencian secciones que equivalen a las afirmaciones principales que propone el pasaje. Naturalmente que el texto apoya esas secciones con datos, nombres, argumentos o frases que son los sub puntos del bosquejo.  Entre cada punto mayor repasamos y revisamos lo dicho construyendo transiciones que dicen de dónde venimos y a dónde vamos.

El quinto paso es seleccionar el material de apoyo. Se escoge para apoyar la idea central y puntos del bosquejo. El mensaje, para tener pertinencia, debe sostener una relación intima con el propósito del autor y con la situación de los oyentes. De esa delicada tensión surgen las aplicaciones. El material de apoyo puede ser para explicar, probar o aplicar la idea. ¿Cómo quería el autor original que respondiera su audiencia? ¿Dónde se muestra la necesidad en la experiencia diaria? ¿Cómo debería responder su audiencia y porqué?
Otro material de apoyo son las ilustraciones.  Son como las ventanas del texto bíblico que permiten ver hacia adentro del texto para captar mejor su significado: la cita, la historia o la analogía. La buena ilustración logra lo siguiente: crear interés, iluminar el significado del texto, motivar a escuchar y a responder a la verdad predicada. La ilustración no es un fin en si misma. Lo malo de la buena o muy larga ilustración, es que eclipsa al texto y entonces sustituye a la Biblia. El predicador tiene la tentación de terminar predicando sobre la ilustración.
El último paso es preparar la introducción y la conclusión. Ambas se enfocan en la audiencia, captando la atención y mostrando la pertinencia a la vida de la idea a predicar. Ambas empiezan por mostrar la necesidad del mensaje y terminan llamando a una decisión. ¿Cuál es la mejor forma, una cita, una historia o una analogía? en suma, predicamos una idea bíblica, vestida con traje contemporáneo para responder a la necesidad vital del oyente, usando ideas que él entiende.

lunes, 15 de febrero de 2010

El estudio de la Biblia en el sermón


Acerca del estudio Bíblico al predicar, hay una mala y una buena noticia. La mala es que cuando más novato uno es en el estudio, mas tiempo requiere hacerlo. La buena noticia es que con el tiempo y la práctica, es posible hacerlo con más agilidad.  No es lo mismo el estudio bíblico devocional que el estudio requerido para predicar.  El devocional es como hacer un dibujo en la arena. Se aprecia, hay esfuerzo, pero su efecto puede desaparecer. Mientras el estudio bíblico para el sermón es como hacer un cuadro al oleo. Su efecto duradero, no desaparecerá.
Empezamos la preparación del sermón leyendo la Biblia. El resumen del estudio bíblico es observar qué dice el texto, averiguar qué significa y aplicarlo. ¿Es su hábito de lectura bíblica acercarse a ella en oración? El pasaje se lee varias veces, haciendo observaciones sobre los datos útiles al significado del pasaje.  Al leer asegúrese que entiende lo leído y anota las cosas difíciles de entender. Parte de su tarea al predicar será aclarar ambigüedades en el significado del pasaje. Note las palabras repetidas y los términos que considere importantes. Si hay alusión a alguna costumbre o practica cultural, analice su impacto en el significado del pasaje.
Preparamos el sermón, desarrollando el aprecio por el género literario. No es lo mismo leer un salmo que un trozo de Éxodo. Tampoco es lo mismo leer un proverbio que una porción en primera de Pedro. La literatura narrativa, de sabiduría y epistolar tiene su propio “sabor”. El sermón tiene que tomar en cuanta el sentir de cada género literario. Es más, el sermón debe fluir como suele fluir el género literario del cual predicamos. La historia en la narrativa y la lógica en las epístolas son herramientas diferentes, pero integrables al sermón.
Preparamos el sermón apegados a la trama.  Entre guionistas de cine hemos oído que se habla de la historia, el plot, la trama, la saga, el relato. Pues la tarea del predicador es descubrir la trama, del pasaje, apropiársela y desarrollarla. Cada género literario tiene un contexto histórico gramatical que debe atenderse. Sea una carta de Pablo o el Evangelio de Marcos. En los evangelios encontramos parábolas y narración, sujetas a un ambiente histórico cultural. De es marco surge el propósito de nuestro mensaje.
Preparamos el sermón atendiendo ideas no solo palabras. Tras cada pasaje hay teología y una enseñanza que se perfila como la idea central del texto. La Biblia es una unidad con un mensaje cristiano que debemos usar en apoyo a nuestro pasaje. Ahora nos toca hacer la abstracción del pasaje. Se hace preguntándonos de qué habla el pasaje y qué dice de eso de lo que esta hablando. Esa idea se desarrolla en puntos que reflejan la estructura del pasaje, desagregando la idea central en ideas paralelas que reflejan el contenido del texto.
Preparamos el sermón trasladando el estudio bíblico a la vida del oyente. No predicamos del pasado antañón y remoto. La idea central de la predicación es acercar la biblia al oyente del siglo XXI. Ningún hombre se acerca a Dios oyendo la conjugación de verbos griegos o hebreos. Eso queda para el estudio, al averiguar el significado del pasaje. La tarea homilética es tomar todo el trabajo bíblico y convertirlo en un desafío para el hombre de hoy. La forma mas sencilla de hacerlo es notar las luchas y tensiones de los personajes bíblico y convertirlas en las luchas y tensiones del hombre de hoy. La idea central, el propósito y los puntos mayores y menores deben expresarse de manera que se relacionen con las tensiones, dilemas, tentaciones y dudas del hombre moderno. La aplicación puede ser fuente de herejías, por eso es importante haber entendido bien el pasaje, para aplicarlo de manera fiel.
El estudio bíblico es oír la voz de Dios. Sin el, iremos a parar a cualquier lugar. Por eso leemos la biblia, haciendo observaciones, identificamos el argumento,  lo traducimos a ideas y las aplicamos a la vida de los oyentes. El puente entre ayer y hoy es parte indispensable del sermón.  Qué dice, qué significa y qué me exige a mí el texto, eso es exponer y aplicar la Biblia.

viernes, 12 de febrero de 2010

Victorias que involucran a los creyentes (segundo domingo de febrero)


Introducción
1.    ¿Está la iglesia ajena al sufrimiento? (Capta la atención)
2.    Si Ud. mide sus temores Ud. debe ser sincero. Usted no es ajeno a lo que pasa en el país. Dios nos cuida pero ¿Qué hace el creyente cuando una ciudad esta tomada por el pánico? ¿Le interesa a Ud. proteger sus propiedades? ¿Compra Usted un seguro para su vehículo o casa? ¿Decide emigrar? ¿Compra quizá un boleto de avión?  ¿Tiene acaso Ud. listo un refugio para invernar? (Muestra pertinencia)
3.    Hemos vivido días de zozobra en una ciudad violenta, primero por protestas y luego por el caos político. Se imagina si a Ud. le ha dado temor que los hombres atenten contra la ciudad ¿puede Ud. pensar qué piensan los habitantes cuando es Dios quien quiere destruir una ciudad? ¿Qué hace el creyente cuando una ciudad esta tomada por el pánico? ¿Tiene acaso Ud. listo un refugio para invernar? (Sugiere el tema)
4.    Hubo en la Biblia una ciudad que pasó por este estado de cosas.  Pero esta era una ciudad que Dios quería destruir. Jericó era la ciudad fortificada de todos los cananitas. Era una fortaleza poderosa. Era la última ciudad que separaba a los israelitas de la conquista total de la tierra prometida. (Transición al texto)
5.    Su nombre posiblemente significaba "lugar de la luna." Estaba localizada en una llanura fértil, a 34  klms al Oeste de Jerusalén y como a 17 kms. al Nor Oeste de la desembocadura del Jordán en el Mar Muerto.
6.    Para la conquista de Jericó hubo tres batallas principales, al norte, al sur y la batalla central.  Este capítulo seis de Josué nos describe la batalla central. (Contexto histórico)
7.    Abra conmigo su Biblia en Josué 6:1.27  La lección de este pasaje es que…

I.C.     La victoria que Dios tiene para nosotros es resultado de la obediencia
Propósito: Pelear las batallas de Dios y heredar las victorias que el nos da
En primer lugar encontramos que… (Transición)
I.     La victoria se basa en hacer las cosas que Dios nos ha mandado v.6:1-5
A.      Dios nos ha entregado la ciudad, v.1
La ciudad esta sitiada y nadie entra ni sale de ella. Es decir, los habitantes de Jericó están amenazados por los israelitas. Dios los ha entregado en sus manos.
Los cananitas sabían que los israelitas andaban en el desierto. Ellos sabían cómo habían salido de Egipto, sabían del Mar Rojo, sabían de la nube que les acompañaba de día y el fuego de noche por cuarenta años. La ciudad estaba temerosa, estaba sabida de la invasión y estaba amedrentada.
¿Esta Dios tras la derrota de las naciones? ¿Esta Dios tras el temor de los pueblos? Dios levanta pueblos y juzga a naciones con el poder de otras naciones. Ese es el mensaje del libro de Habacuc. ¿Porque juzga Dios a los pueblos? Habacuc responde, por torcer el derecho, por destruir al ser humano y por su falta de fe que se traduce en justicia.
B.       Dios nos pide hacer las cosas diferentes, v. 2-5
Vea los vs. 2 al 5. Pero si Josué quería el resultado planeado por Dios en todo esto, debía seguir el plan de Dios. Dios honrará nuestros esfuerzos y deseos por hacer las cosas a Su manera. Cuántas veces se dice estos tontos cristianos están comprometidos con la obediencia al Señor al pié de la letra.
Dios para esta victoria uso a todo su pueblo. Una parte la hicieron los hombres de guerra. Pero al final en el v.5 los involucró a todos. Hoy, queremos ganar victorias para el pueblo de Dios pero no queremos pelear las batallas. Queremos que otros pelen. Queremos que otros paguen los costos. No solo hacemos las cosas que Dios nos ha mandado, en segundo lugar… (Repaso y transición)

II.      La victoria se basa en hacer que la presencia del señor sea reconocida 6-21
A.      Si la presencia de Dios va con nosotros, las cosas no son extrañas 6-11
La insistencia en el arca del pacto tiene que ver con que no hay victoria sin reconocer que, en lo que hacemos, Dios esta presente. Fue suficiente para Israel el escuchar las instrucciones dadas por Josué para obedecerlas al pié de la letra, si Dios va con ellos.
B.       Si la presencia de Dios va con nosotros, tenemos cosas que aprender 12-14
Toda esta escenografía es una lección audio-visual, planeada no para enseñar a Israel. El plan militar no era para debilitar al ejército de Jericó. Israel tiene que aprender que le hace Dios a una ciudad que vive en pecado. El relato bíblico nos enseña que de la gente de Jericó no quedó cosa alguna.
C.      Si la presencia de Dios va con nosotros, las batallas las gana el y no nosotros 15-21
El día del ansiado milagro llegó.  ¿Tomaron la ciudad?  No, la ciudad se desmoronó antes sus ojos. Dios se las entregó. Dios les entregó no los tesoros sino la victoria. Pero debían recordar que la conquista no fue ganada por ellos. No solo obedecemos y hacemos la presencia de Dios conocida sino en tercer lugar…(Repaso y transición)

III.   La victoria hace realidad las promesas de Dios, 6:22-27
A.      La victoria hace realidad la certeza del perdón de Dios v. 22-25
El caso de Rahab ilustra la certeza del castigo divino y la seguridad del perdón de Dios. Usted y yo necesitamos aprender eso. Rahab ilustra que en medio del pecado de la ciudad y la cultura, Dios tiene su brazo extendido para salvar y perdonar a todos los hombres, vengan del trasfondo del que vengan.
B.       La victoria esta sellada para siempre v. 26-27
Son las promesas de Dios las que llevan a Josué a dictaminar sobre el futuro de la ciudad. Vea los vrs. 26 y 27. Hasta el día de hoy la ciudad de Jericó no ha sido restaurada. La localidad con ese nombre pero no está en la exacta ubicación geográfica del Jericó que Josué quemó. 

Conclusión
Hermanos, en esta pasaje hemos visto que: La victoria que Dios tiene para nosotros es resultado de la obediencia Primero, la victoria se basa en hacer las cosas que Dios nos ha mandado 6:2-5; segundo, la victoria se basa en hacer que su presencia sea reconocida 6-21; tercero, la victoria hace realidad las promesas de Dios 6:22-27 ¿Quiere Usted ser un cristiano victorioso? No es suficiente pensarlo, ni solo creerlo, sino hacer lo que Dios le ha dicho. ¿Quiere ser un cristiano victorioso? Muestre en su vida y en sus acciones la presencia de Dios. ¿Quiere Ud. ser un cristiano victorioso? Luche las batallas de Dios por que su victoria hace realidad sus promesas. (Repaso)
Involúcrate, invierte, lucha y busca tu lugar en el plan de lo que Dios esta haciendo en este país. Tome usted Guatemala.  Hoy día creemos tener las mismas metas y el mismo sentir, ¿pero hay unidad a la hora de marchar todos juntos para ganar, para llevar a delante la lucha contra la violencia, la pobreza o la corrupción? Cada quién toma su propio camino.  (Pertinencia y Aplicación)
Ponga su tiempo, su bolsa y su esfuerzo ahí en donde esta su discurso. Sirva a Dios y decida hacerlo ahora mismo. Esta es una oportunidad para pedir dirección a Dios sobre la luchar qué debemos emprender por nuestro país. Hable de este tema con Dios. (Cierre)

martes, 9 de febrero de 2010

Los principios de la comunicación oral


En la comunicación oral, deben observarse ciertos principios que hacen más fácil la recepción del mensaje. Estos principios atañen al predicador y por eso los colocamos en esta página. 


El primer principio, es el de la sencillez. Por sencillez, nos referimos a reducir las ideas a los términos más simples posibles. Este principio sugiere que se nos entiende mejor cuando usamos una explicación breve, una ilustración, un aspecto básico de la verdad.  Nunca olvidaré cuando el profesor F. F. Bruce describió la “elección” como "la manera en la que Dios se asegura que tiene más siervos para predicar al mayor número." Algo sencillo, y muy cierto, transformó mi visión restrictiva y poco práctica de la elección. 


El segundo principio de la comunicación oral, es la definición. Definir es decir en términos claros el significado de los vocablos que usamos. A veces mencionamos términos como mundanalidad, bendición o fe, sin decir de manera concreta que queremos dar a entender por ellos. A mi me gusta definir madurez, con base en Hebreos 6, como "saber la diferencia entre el bien y el mal y escoger el bien". Un profesor, hace muchos años, usó la definición de mundo “como el sistema encabezado por Satanás que deja a Dios afuera”. Una brillante definición del concepto ético del mundo en la literatura epistolar de Juan. 


De modo que, antes de desarrollar lo que planea decir, defina sus términos bíblicamente. En otras palabras, es preciso explicar, antes de ampliar. Alguien ha citado a Descartes sobre esto: “definan bien las palabras y ahorrarán a la humanidad la mitad de los sinsabores”. Eso se consigue al definir los términos. 


El tercer principio, es mostrar alguna forma de estructura en el mensaje. Puede ser lógica, causa y efecto, cronológica, antes, despuès, luego; o, simplemente, las etapas lo primero, lo segundo y lo tercero; o los conceptos en una sucesión que expresa el progreso de la idea, el avance en lo dicho. La biblia lo expresa en términos como “primero”, “segundo” etc. O, “además”, y “finalmente”. 


Otra principio en la comunicación oral, es la repetición. Debe recordarse que el que lee siempre puede repasar volviendo en el texto. Quien escucha no tiene esa ventaja. El orador sensible a eso, repite para que el oyente pueda revisar en su mente lo que ha escuchado. Para eso se requiere volver a mencionar conceptos o ideas claves. También se repite la estructura en cada punto nuevo. Pablo decía en Filipenses 3:1 “A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro”.

Finalmente, otro principio de comunicación es el énfasis. Esto quiere decir que al construir un argumento uno pone su mayor énfasis en los aspectos esenciales. No se tiene ni el mimo grado de entusiasmo o de fuerza en cada frase o palabra. Algunas requieren mayor énfasis por el peso que tienen en el argumento.  Así pues, comunicamos con sencillez, definiendo conceptos, acorde a una estructura, repasando conceptos y la estructura y poniendo énfasis en lo medular.

domingo, 7 de febrero de 2010

Predicación textual, entre la pertinencia y la Biblia


Todos queremos ser pertinentes y ser bíblicos, aun cuando no siempre estemos de acuerdo en qué significa eso. El predicador textual quiere ser pertinente y generalmente lo logra. La pertinencia significa dirigirse a las necesidades, actitudes y dilemas humanos.Es decir, el predicador textual empieza pensando en su audiencia.
La predicación más antigua de Inglaterra y Estados Unidos, como nos ha llegado, era fundamentalmente textual. Entendemos por eso, el uso de un texto bíblico, del cual se privilegiaba alguna frase favorita. Por ejemplo, el más grande predicador radial que ha tenido América Latina es, sin duda, Juan Bonstra (1926-2009), clásica voz de "La Hora de la Reforma". Siempre iniciaba sus sermones con la lectura de un texto del cual derivaba un precioso discurso evangélico. Su mensaje estaba cargado de afirmaciones pertinentes y profundamente teológicas. Sin embargo, el mensaje no siempre exponía, en el sentido estricto del término, el pasaje citado.
La flexión que un texto o una frase del texto permite hacer es grande. El predicador puede referirse a cualquier situación con una frase como: “Vamos, hagámonos un nombre” (Genesis 11:4). O, “Cómo ha quedado sola la ciudad populosa” (Lamentaciones 1:1). O, “a unos soldados dijo, no hagáis extorsión, ni calumniéis, y contentaos con vuestro salario” (Lc. 3:14). El predicador que propone un texto y de el solo usa una frase, tiene mucha ventaja en pertinencia sobre aquel que predica sobre pasajes mas extensos. Ambos pueden ser perfectamente bíblicos y ambos pueden ser pertinentes.
Pero la ventaja es sólo ilusoria, sobre todo si comete el equivoco de pensar que no tiene que adaptar su texto al contexto bíblico. Tiene la obligación de hacerlo para no empezar con su audiencia y terminar solo pensando en ella. De no hacerlo, lo que se gana en pertinencia puede perderse al descubrir el pasaje, en su contexto, dice otra cosa diferente a lo que estoy diciendo. Esta ventaja, entonces, no se debe considerar como el camino mas seguro. Debe ser una invitación para validar si lo que estoy pensando que dice el texto es realmente así.
Por supuesto que si la predicación textual debe ser expositiva, de la misma manera, la exposición de una porción mayor debe ser pertinente. No puede quedarse hablando del pasado lejano y remoto. Es preciso tender los puentes entre el texto y el presente. Tomar la exposición como excusa para no aplicar de manera pertinente el texto es hacer una gran injusticia a la palabra de Dios.
El peligro de la predicación textual, por su parte, es dar a entender a la congregación que la Biblia es un libro de recortes de frases bonitas. Juan Carlos Ortiz, solía predicar el sermón “El quinto evangelio de los evangélicos”. En el, Ortiz decía que ese quinto evangelio estaba compuesto por todos los textos favoritos de los predicadores y feligreses evangélicos. Agrego yo algo que no decía Ortiz, y es que cada libro de la Biblia tiene un argumento y una unidad. Los capítulos pueden tener dos o mas unidades de pensamiento que también tienen su propio argumento. Eso se pasa por alto en la predicación textual.
De modo que, no esta mal predicar textualmente. Lo malo es hacerlo para ganar en pertinencia lo que se pierde en fidelidad al texto. Por otro lado, no es ninguna virtud exponer porciones mas amplias de las Escrituras, si no logro cumplir con el criterio de explicación-aplicación, que resulta en un mensaje pertinente. Ambos tipos de mensaje, tienen la obligación de explicar el contexto histórico, cultural, y literario del pasaje y de aplicarlo relevantemente.

jueves, 4 de febrero de 2010

Dales un mendrugo, no un trigal


El predicador principiante tiende a decir todo lo que sabe de una sola sentada. Toda la doctrina, todos los argumentos sobre esto o aquello. Es señal de poca experiencia en el púlpito insistir en que no se debe diluir el mensaje. Casi arrogarse el derecho a complicarles la vida a los demás.  Yo he predicado algunos mensajes en los cuales he sentido que no he facilitado la comprensión de la verdad.
Esto empieza por la cantidad de versículos que se desea predicar. Antes, mis mensajes tenían más versículos que ahora. Conforme pasa el tiempo, me convenzo que es más importante que las personas entiendan las implicaciones prácticas de una verdad, en vez de que entiendan las dimensiones teóricas de toda la verdad. Por eso, es necesario ser selectivo y apretar mas aunque se abarque menos.
También, es importante usar bien el tiempo en el pulpito. Quien tiene 20 minutos para predicar y pasa el 17 minutos de su tiempo en el primer punto, tendrá que ser más selectivo. Obviamente, dijo mucho del primer punto y no tendrá tiempo para cubrir lo que falta. Es decir, habrá quedado una parte importante de la explicación del mensaje, fuera de la presentación.
Eso nos sugiere otro aspecto, debemos planear adecuadamente el mensaje. Eso significa que debemos seleccionar que queremos decir. La pregunta del millón es que quiero yo que la gente recuerde y haga mañana lunes. Eso me obliga a seleccionar mi material y a presentarlo de manera que haga el impacto planeado. No es la información la que convierte. Es la predicación responsable, que se traduce a algo de conocimiento, algo en qué confiar y algo que obedecer.
Además, se puede vivir sin responder todas las preguntas hoy. Parte de la inexperiencia es querer responder todas las preguntas. La gente no morirá si no oye todos los argumentos de los hijos de Dios o los hijos de los hombres en Génesis 6. No podremos tocar todos los argumentos de que significa “marido de una sola mujer”. Lo mejor es optar por una de las soluciones al pasaje y dar dos o tres argumentos y seguir con la exposición-aplicación del texto.
También, es importante mantener la tensión al predicar, entre explicar y aplicar. Tiene mayor éxito el predicador que aplica que el que explica. Pero evidencia mayor responsabilidad el que hace ambas cosas. El predicador busca acercar el mensaje a las elecciones diarias y a la experiencia vital del creyente. Por eso ni se dedica solo a la teoría ni se dedica solo a derramar su existencia en exhortaciones. Su tarea es exponer y aplicar el texto.
Finalmente, no tenemos derecho a aburrir a la gente con la teoría o con la explicación encumbrada de algo. La sencillez incluye el que sólo decimos, lo  que decimos, cuando debemos decirlo. Abrumar a la personas con los datos que en este momento no necesita oír es dar mas que un pedazo de pan. El predicar da a su rebaño un mendrugo que sienta bien, en vez de un trigal que nada aprovecha a la congregación.
En suma, determinamos la extensión del pasaje, adecuamos nuestro tiempo al texto, planeamos adecuadamente el mensaje, no sufrimos si no podemos responder todas las preguntas, mantenemos la tensión entre predicar y aplicar y damos a la gente un pedazo de pan en vez de un trigal de complejidades.