sábado, 5 de abril de 2014

La oración que Dios respondió con su presencia

Introducción
1.    Hay momentos oscuros en la vida cuando necesitamos la compañía de Dios y a veces hasta de otro ser humano.
2.    A quién corres cuando la noche se hace oscura y las puertas de la vida se te cierran?
3.    Incomunicado, perseguido, solo, frente a lo desconocido, sin empleo o sin salud. A quién corres? 
4.    Es posible que hombres sin recursos, limitados y empobrecidos por la vida se encuentren en esas circunstancias. Yo lo espero de mi prójimo y no lo descarto aun de mí. Y me pregunto a quien corro cuando el frio de la noche recorre nuestra alma y nos deja probar la dureza de vida.
5.    Pero grandes hombres también han pasado por grandes crisis. Hace unos meses el hijo del pastor R. Warren sufría de una enfermedad mental y se quitó la vida. ¿Qué haces cuando eso sucede?
6.    Lo que jamás creeríamos es que Jesús pasó por momentos así de amargos que le hicieron buscar aun la compañía de seres humanos. ¿Cómo es que una vida santa termina en crisis?
7.    Cuenta el evangelio de Mateo que cuando Jesús llego al final de su ministerio era claro que el próximo gran paso en el calendario de Dios era la cruz para Jesús. El rey prometido no tendría la corona sin la cruz ¿Qué hizo Jesús para enfrentar ese oscuro momento?  De eso nos habla Mateo 26:36-46.  

I.C. Al estar frente a la más aguda necesidad nos envuelve la segura presencia de nuestro padre
Propósito: Consolar a quien cree estar pasando por los momentos más oscuros con el ejemplo de Jesús

I.      Necesitamos la compañía de Dios y de los hijos de Dios cuando la pena es más grande 36-38
A.      Cuando afrontamos las crisis más agudas es natural rodearse de los “discípulos” v. 36
B.      Cuando estamos en crisis aun revelamos nuestro dolor a los amigos más cercanos v. 37
C.      Cuando estamos en crisis pedimos la compañía y el apoyo de los amigos más cercanos v. 38

II.    Necesitamos la compañía de Dios porque sólo el acude cuando la necesidad es grave 39-44
A.      La presencia del padre es confiar en su poder ante el fracaso de los amigos v. 39-41
B.      El diálogo con el padre implica confiar en su bondad cuando los hombres fallan v. 42-43
C.      El dialogo con el padre implica confiar en su soberanía cuando los hombres fallan v. 44

III.    Necesitamos la compañía de Dios porque él es el primero y último recurso 45-46
A.      La compañía de Dios comprueba que no se requiere más recursos v. 45a
B.      La compañía de Dios nos recuerda que hacer su voluntad es conocer su gloria v. 45b
C.      La compañía de Dios nos da seguridad para enfrentar la prueba v. 46

Conclusión:
1.     Al estar frente a la más aguda necesidad nos envuelve la segura presencia de nuestro padre. ¿La sientes?
2.     Dios nos consuela cuando estamos pasando por los momentos más oscuros. ¿Cuál es tu momento de oscuridad? Es tu oportunidad para confiar en Dios. Para Jesús la respuesta fue buscar el rostro de su padre. ¿Y para ti?  Solo puedes acudir a Dios.
3.  Pongámonos de pie. Levante su mano derecha y diga, señor reconozco que ante la necesidad tú me respondes  con el regalo de tu presencia y por eso solo puedo acudir a ti. Te doy gracias por ello en el nombre de Jesús. Amén. 

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