Introducción
1.
“No es lo mismo llegar al poder que poder al
llegar" decía un político viejo amigo mío.
2.
Quienes gobiernan tienen un apetito por la
información, quieren asegurarse que sus decisiones sean correctas.
3.
En muchas ocasiones eso les lleva a consultar
a brujos, videntes y adivinos. Una de las personas cercanas al Zar de Rusia fue
Rasputín.
4.
Las adivinas Jean Dixon o Joan Quigley fueron
consejeras de presidentes estadounidenses. En Guatemala hubo presidentes que
consultaban brujos para identificar a sus enemigos.
5.
¿En quién
confía el liderazgo de una nación? ¿A quién pone en el centro de su corazón? ¿En
quién confía Usted? ¿Cual es su fuente de
información sobre el ser humano? ¿Se conoce Usted a si mismo? ¿Conoce Usted a su
prójimo? ¿Es lo que Usted sabe fuente de
temores y angustias?
6.
Hoy ya no podemos decir que es suficiente con
que el Presidente sea cristiano. No basta tener buenas intenciones. También es
necesario contar con conocimiento y gran capacidad.
7.
¿Conoce nuestro liderazgo a Dios? ¿En quien confia un hombre en tiempos de crisis? ¿Cual es la brujula que guía el destino de los hombres que agradan a
Dios? ¿Puede nuestro liderazgo oir la voz de Dios? ¿Qué determina que pueda oir la voz de Dios? Estas son cosas importantes
para el pueblo de Dios.
8.
Hubo en Israel una época cuando los líderes
adoraban dioses falsos y consultaban a los profetas. Dios habla a uno de sus
profetas y le instruye en contra de ese liderazgo.
9.
Ezequiel, en el capítulo 14, dice que hay un
liderazgo que no puede oír la dirección de Dios. Veamos lo que dice
Ezequiel 14:1-11. La lección para hoy es que…
I.C. La idolatría asentada en el
liderazgo de la nación no permite oír la voz de Dios.
Propósito: Advertir que la confusión de ideas de este tiempo se origina en la
idolatría del liderazgo.
I. El liderazgo de la nación tiene un
corazón ocupado por otras voces,
v.1-3
A. La consulta espera buenas noticias, v.1-3
B. La
consulta revela su idolatría, v. 2-3
II. El liderazgo de la nación tiene por
respuesta la confusión de parte de Dios,
v.4-8
A. La confusión viene de Dios, v.4-5
B. La
confusión sólo la revierte la conversión, v.6-7
C. La
confusión acarrea juicio sobre el que busca oír a Dios,
v.8
III. El liderazgo de la nación con sus
consultas pone en riesgo la vida del profeta,v.9-11
A. El profeta no puede estar accesible al poder,
v.9
B. El
profeta que se acerca al poder idólatra es destruido,
v.10
C. El
profeta debe evitar que el pueblo se vuelva idólatra
v.11
Conclusión
1.
La idolatría en el liderazgo de la nación no
permite oír la voz de Dios, ni puede el líder, ni puede el pueblo. El resultado
es confusión, pobreza y sufrimiento.
2.
Es seguro que la confusión de ideas de
nuestro tiempo se origina en el liderazgo. Dios quiere que usted le conozca a él
y que de ese conocimiento nazcan decisiones correctas.
3.
Dios quiere que los gobernantes sean
responsables, que sepan de las cosas del gobierno y conozcan los temas de la
nación.
4.
Dios también quiere que quienes nos gobiernan
tengan su corazón centrado en Dios, en su ley y en su programa.
5.
Deben ser personas sabias y santas. Quienes
sólo son sabios, terminarán siendo necios y quienes sólo son santos no podrán
hacer frente al desafío.