lunes, 12 de julio de 2010

Tu familia en el poder local (segundo sermón de julio)

Introducción

“Por qué esta la familia en crisis, es casi tan importante como evitar que tu familia caiga en crisis”. Hoy vivimos en días en los que pandillas juveniles aterrorizan a la sociedad; los embarazos entre adolescentes proliferan entre tres de cada diez adolescentes. El V. I. H. se propaga especialmente entre jóvenes de 15 a 30 años.

¿Pudo la Iglesia hacer algo cuando ayer crecía grandemente en asentamientos, barriadas y villas miseria? ¿Tenía el mensaje claro sobre cómo los padres cristianos debían enseñar valores a sus hijos? ¿Sería hoy tan grave el problema si la Iglesia hubiese tenido 40 años atrás una enseñanza clara en valores?

Pero no me pregunto sólo por los padres de los jóvenes ayer. Me pregunto también que educación recibimos los padres y los hijos de hoy. Y es que su educación y la mía también tienen un sentido público. Es una formación para vivir en sociedad.

La verdad es que podemos vivir para las vanidades y usar a Dios sólo para navegar o podemos vivir para Dios y ponerlo a el, al timón de nuestra nave. Hay tanta derrota, hay tanta pregunta sin respuesta, hay tanto enigma de la vida que bien vale la pena pensar en estas cosas, ¿no le parece?

Un salmista que subía a adorar a Jerusalén, mientras caminaba a la ciudad de Dios se hacia estas preguntas. Después de preguntarse por el sentido de sus labores cotidianas llegó a la conclusión de que sólo la esperanza puesta en Dios convierte las vanidades de la vida en victorias.

Esta es la lección que se encuentra en el Salmo 127. Si tuviésemos que poner este salmo en un solo pensamiento diríamos que…

I.C. La esperanza puesta en Dios, convierte la vanidad de la vida en victorias prácticas de la familia.

Propósito: Instar a obtener el sentido de la vida de la persona de Dios

I. La esperanza puesta en Dios, convierte la vanidad en éxitos prácticos

A. Las actividades domesticas son inútiles y frágiles aparte de la fe en Dios v.1-2a

B. Una vida que depende de Dios es satisfactoria v.2b

No solo convierte la vanidad en éxitos prácticos sino que también…

II. La esperanza puesta en Dios convierte la vanidad en victorias familiares v.3-5

A. La provisión divina de hijos es una bendición, v. 3

B. La provisión divina de hijos es beneficiosa para la familia, v.4-5

Conclusión

¿Quién dicta la agenda para tu familia? ¿Es la confianza en Dios la que forma tus prioridades y ordena tus acciones? ¿Viene tu sentido de la vida, de tus tareas y de tu misión, de Dios?

¿Quién dicta tus tareas? ¿Cuál agenda sigues? ¿Cómo sabes quien está detrás de lo que escoges? ¿Somos esclavos de Internet? ¿Cuál es nuestra misión en la vida? ¿Quién define para qué vivimos y cómo vivimos?

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