· V. 1 Note que el evangelio o buena nueva se recibió (en el pasado) y se persevera en él (en el presente). Hay siempre una suerte de actualización de esa buena noticia; retener la palabra del evangelio es una motivación diaria a revisar y poner al día nuestra confianza en Dios. Perseverar hoy es una continuidad de haber perseverado ayer. Andamos cada día por fe y cada día su gracia nos sostiene.
· V. 2 Creer el evangelio y retener la palabra son dos expresiones sinónimas que sugieren que siempre estamos “creciendo en la fe” en aquello que hemos creído. De modo, que no es un acto de “una vez y para siempre”, sin revisiones, ni crecimiento. En este texto es una relación dinámica con Dios en donde perseverar es obra de Dios y es fe nuestra. La fe incluye conocimiento, confianza y obediencia, implicadas en la frase “si no creísteis en vano”.
· V3. Note que no se trata del evangelio de la sanidad, ni de la prosperidad, ni del boleto al cielo. Se trata del perdón de pecados. Ese es el arreglo fundamental que Dios ha hecho a favor del hombre.
· V. 4 Vea como el mensaje de pablo incluye la resurrección atestiguada en las escrituras. Recuerde que la Biblia de la Iglesia del primer siglo era el A. T.
· V. 5-7 Las apariciones no son para probar que Jesús resucito, sino para probar que el mensaje del evangelio de Cristo resucitado, es el mensaje del cual hablaban las escrituras del A. T. Cristo resucitado, es el cumplimiento de aquella palabra profética.
· V. 8-10 El caso de Pablo es para atestiguar que el no es diferente a los otros apóstoles, ni en su mensaje, ni en su trabajo. El anuncio de todos ellos incluye la resurrección, de la cual Pablo también fue testigo.
· V. 11 Este versículo vincula el anuncio de Pablo con el de todos los predicadores del evangelio, anuncio que incluye la resurrección en la cual todos los creyentes creen.
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