sábado, 15 de marzo de 2014

Ni la política ni la fe son políticamente correctas

Introducción
1. El emperador romano Constantino, en el año 311 d.C., tuvo un sueño. Soñó una cruz y del cielo una voz que le decía “Bajo este signo vencerás”.
2. La historia relata que Constantino, hasta entonces un emperador pagano, se convirtió al cristianismo.
3. Pero no sólo abrazó la fe de manera superficial. Pronto se le vio involucrado y convocando uno de los grandes concilios de la antigüedad, el de Nicea en 325, d.C.
4. Creó centros de predicación y el cristianismo vio gran expansión gracias a este emperador cristiano.
5. ¿Es eso señal suficiente de la fe de un hombre? ¿Qué significa para un gobernante ser cristiano? ¿Será hacer favores a la iglesia? Debe tener un amor a Dios que precede a la política. ¿Que significa para Ud. amar a Dios? ¿Conoce las prioridades de Dios? ¿Entiendo lo que sucede en el mundo? ¿Conoces a Dios realmente?
6. Tener pasión por el Señor, significa amar con pasión su justicia. Esta persona también puede distinguir entre el bien y el mal y por eso puede distinguir entre las leyes malas y las buenas. Sabe qué quiere Dios de él como persona y como gobernante.
7. Tiene claro que el mal es todo aquello que destruye al ser humano y el bien es todo aquello que protege al ser humano. ¿Y cómo lo sabe? Esa es una pregunta importante. Lo sabe porque conoce a Dios íntimamente.
8. Cuando el pueblo de Israel se preparaba para entrar a la tierra prometida, Dios previó que el pueblo escogiera un rey y le dijo al pueblo que el rey debía conocer a Dios. Debía someter su voluntad a la de Dios. Veamos Dt. 17:14-20 que…

I.C. Quien gobierna al pueblo de Dios debe someter su voluntad a la de Dios.
Propósito: Enseñar que el gobernante debe ser alguien que reconoce a Dios en su vida.

I. Quien gobierna es escogido de entre su pueblo, v. 14-15
A. El pueblo recibe de Dios la tierra v.14.
B. El pueblo recibe de Dios al gobernante, v.15
II. Quien gobierna somete sus ambiciones a Dios, v.16-17
  1. El rey rechaza la ideología del poder, v.16
  2. El rey rechazó la ideología del prestigio, v.17
III. Quien gobierna tiene a la vista la palabra de Dios, v.18-19
  1. El rey escribe la ley, v.18
  2. El rey se somete a la ley, v.19
IV. Quien gobierna ama a Dios y al prójimo, v.20
  1. El propósito del rey no es elevar su corazón.
  2. El propósito del rey es que gobierne el bien

Conclusión
1. Nuestros gobernantes deben reconocer a Dios en su vida porque quien gobierna debe someter su voluntad a la voluntad de Dios.  El políticamente correcto vive para agradar a los demas y no a Dios.
2. Es un hombre recto, que promueve buenas leyes y la buena conducta, que tiene pasión por la justicia, protege al ser humano y promueve no sólo la religión sino la obediencia a Dios entre su pueblo.
3. Ése es el gobernante que nuestro país necesita hoy.

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