domingo, 26 de junio de 2011

¿Esta la humanidad entre los seres vivos?

De niños nos enseñaron que el ser humano esta entre los seres vivos, y quizá eso no sea totalmente cierto.

Jeremy Benthan el jurista, filósofo y reformador social, ingles, del siglo XIX, donó su cadáver para una clase en la universidad de Londres en donde serviría para una autopsia pública. Como la Universidad se fundó, en 1828, inspirada en las ideas y aportaciones de Benthan, hoy el cadáver de Benthan es propiedad de la universidad. Para algunas sesiones importantes, el cadáver de Bentham es tomado de su lugar de exhibición y llevado a la sala de sesiones. En el programa se anuncia que el Sr. Jeremy Bentham esta presente en la sesión, pero sin voto.

El cadáver es celosamente custodiado porque los estudiantes, ahora más alejados de la “grandeza” de Bentham, empezaron a hacer travesuras al muerto. Para los jóvenes estudiantes de medicina Bentham, es solo un cadáver más. ¿Qué pensará Dios de guardar cadáveres? La muerte física es cosa real pero el testimonio de la Biblia es que la muerte es más abarcadora de lo que creemos. Nuestro materialismo, nuestras desobediencias, nuestras infracciones, son la expresión del cadáver que cada uno llevamos dentro. A eso la Biblia le llama muerte espiritual. Cada ser humano, como Bentham, para Dios es solo un cadáver más.

Cuando la gente vive sin Dios, cuando carece de sensibilidad espiritual, cuando no habla con Dios, cuando no oye a Dios, cuando su corazón no palpita por Dios y su mente y voluntad no reconocen a Dios, la Biblia dice que somos ni más ni menos que cadáveres. Es decir, aun estando vivos, no somos sino una colección de muertos. Dios no quiere guardar cadáveres y dio una solución final al tema de nuestra separación de Dios, que la Biblia llama muerte espiritual. Pablo nos cuenta que Dios resolvió darle vida al cadáver que todos llevamos puesto. Sobre ese tema Pablo le escribió, en el año 62, en una pequeña Iglesia del Asia menor, para corregir problemas que había entre ellos. Había pleitos entre judíos y gentiles, problemas familiares, gente aprovechada en la congregación, murmuración y peleas abiertas, con gritos e insultos.

Pablo tiene que escribir a esa iglesia para invitarles a la Unidad. ¿Qué le diría Usted a una iglesia así? Pablo les dijo que la unidad se haya en lo que Jesucristo hizo por ellos. Por eso, la perspectiva que tenemos para vivir ya no es la de la muerte, indiferente y pleitista; es la de la gracia que nos hizo un solo pueblo, que nos dio vida y por ello nos mueve al amor. Eso esta en los capítulos 1-3 de Efesios. Por eso dice en los capítulos 4 al 6, dice que debemos vivir en unidad. Hoy hablaremos de una parte de esa gran lección que Pablo enseña a los creyentes en Éfeso. Vea conmigo lo que dice Efesios 2:1-10. Si tuviésemos que resumir lo dicho en esos versículos diríamos que…

I.C. Dios nos cambió el disfraz de la muerte, nos revistió de su gloria y nos preparó para vivir para él

Propósito: Dar a los hermanos la nueva perspectiva de la gracia para vivir

I. Dios en su gran misericordia nos dio vida espiritual a pesar de estar muertos 1-3

A. La muerte es resultado del pecado v. 1

B. La muerte se refleja en el estilo de vida vs. 2-3

II. Dios en su gran misericordia nos dio una posición gloriosa a pesar de estar muertos vs. 4-7

A. Lo que Dios nos ha dado es producto de su gran amor y misericordia v. 4

B. Lo que Dios nos ha dado es a pesar de nuestra condición v. 5

C. Lo que Dios nos ha dado es una posición gloriosa como propiedad de Cristo vs. 6-7

III. Dios en su gran misericordia nos salvó por lo que el hizo y no por lo que nos llamó a hacer vs. 8-10

A. Dios baso la salvación en su gracia v. 8 a

B. Dios nos dio la fe como medio para tomar la salvación v. 8b

C. Dios no baso la salvación en las obras que el nos llamo ahacer v. 9

D. Dios diseñó como parte integral de la salvación hacer el bien v. 10

Conclusión

Si Dios proveyó a los creyentes la salvación inspirada en su gran misericordia hacia el ser humano, lo mínimo que nosotros podemos hacer es ser misericordiosos unos con otros. Esa es la unidad que se cultiva en esta carta.

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