lunes, 21 de marzo de 2011

La simulación que ofende a Dios

Introducción

A. Hay experiencias plenas y hay simulacros.

B. En mi país hacemos simulacros de terremotos pero los simulacros siempre se quedan muy cortos frente a la realidad. ¿Qué como lo se?

C. Porque yo pase ya por un terremoto que no tuvo nada de simulacro

D. A veces la vida cristiana puede vivirse a base de simulacros, ocultando la cosa verdadera

E. ¿Qué es ser libres de la ley? ¿Es una realidad o es un simulacro? ¿Es ser judío cambiarse de nombre y adoptar una pose?

F. Pablo escribió a un grupo de cristianos que tenían una masiva confusión sobre eso. Es una de las primeras cartas que escribió a una región central del Asia Menor.

G. A esos creyentes Pablo les dijo que… veamos Gálatas 2:11-21

I. C. Vivir la simulación de la gracia nos deja sin armas para luchar contra el pecado

Propósito: Animar a los hermanos a vivir según la plenitud de la gracia de Dios

1. La simulación consiste en esconder que somos libres de la ley 2:11-13

A. Esconder que somos libres de la ley es condenable v.11

B. Esconder que somos libres de la ley es actuar para complacer a los hombres v. 12

C. Esconder que somos libres de la ley es un mal ejemplo que otros siguen v.13

2. La simulación consiste en hacer creer que cumplir la ley justifica del pecado 2:14-16

A. Hacer creer que cumplir la ley justifica, es opuesto a la verdad del evangelio v. 14

B. Hacer creer que cumplir la ley justifica, es un engaño de tinte racial v.15-16a

C. Hacer creer que cumplir la ley justifica, es una rotunda mentira v.16 b

3. La simulación conduce a quedarnos sin las armas para luchar contra el pecado 2:17-21

A. La lucha contra el pecado no fracasa por ser nosotros pecadores v. 17

B. La lucha contra el pecado fracasa por querer ser justos por la ley que condena v. 18-19

C. La lucha contra el pecado fue conquistada por Cristo cuya vida me libra del pecado v. 20

D. La lucha contra el pecado es resultado de la gracia de Dios v. 21

Conclusión:

Pablo nos ha dicho que vivir la simulación de la gracia no nos deja usar las mejores armas para luchar contra el pecado. Nosotros no hemos recibido de Dios un simulacro sino una contundente verdad. Una verdad que costó a Dios la muerte de su hijo; una verdad que costó a Jesús los sufrimientos en vida y en muerte por nuestro pecado. Esta es una verdad que corrige nuestra vida. Esa contundente realidad nos exige a nosotros vivir según la realidad de la cruz de Cristo; nos invita a derrotar toda condenación con la fuerza que Cristo la derrotó; derrotar todo pecado con la fuerza que el la derrotó; nos invita también a afirmar la gracia de Dios con la claridad que Dios la afirmó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario