sábado, 23 de octubre de 2010

El que no quiera trabajar, tampoco coma (cuarto sermón de octubre)

Introducción

1. Todos hemos visto niños pidiendo dinero por las calles y nuestra conciencia queda intranquila por no saber si darles o no.

2. Detrás del niño que pide hay un adulto que lo está usando. Primero le enseña a mentir: “dame para comprar pan” o “dame porque tengo hambre”. Segundo, le enseña que la vida es fácil: si pido alguien me dará. Mata la iniciativa del niño y castra su espíritu. Tercero, después que usa al niño le roba lo que se le dio.

3. Lo más serio es formar en el niño esta idea: No tengo que trabajar.

4. Culturalmente hay muy poca enseñanza sobre la responsabilidad de trabajar.

5. Poner una moneda en esa manita nos resulta mas fácil que pensar en lo que se le esta haciendo a esa vida.

Esta es la lección que Dios quiso enseñar al pueblo de Israel en Gn. 2:15-17

I.C. El acceso a los bienes tiene por condición el trabajo, que respeta el derecho ajeno.

Propósito: Enseñar que el trabajo es la forma en que Dios nos provee el sustento

Analizamos por partes este concepto en el pasaje… primero

I. El acceso a los bienes tiene por condición el trabajo, v. 15.

A. Dios coloca al hombre en un huerto, v.15

B. Dios da al hombre la misión de trabajar, v.15b

Pero Dios no solo condicionó con el trabajo el acceso a los bienes en segundo lugar…

II. El acceso a los bienes es un permiso generoso de Dios, v. 16.

A. El permiso viene como un mandato de Dios, v. 16 a

B. El permiso de Dios es generoso, v.16b

Pero Dios no sólo nos ha dado trabajo y el permiso generoso, también, en tercer lugar…

III. El acceso a los bienes tiene como límite el respeto a su mandato, v.17

A. Dios prohibió comer de un árbol. v.17 a.

B. Dios ofreció castigar la desobediencia. v.17b.

Conclusión:

1. No es lo mismo tener empleo que trabajar. Trabajamos no sólo por un salario, no sólo por un contrato. Trabajamos para hacer la voluntad de Dios.

2. Servimos a los demás, nos ocupamos usando nuestra creatividad y capacidades porque así servimos mejor a los demas.

3. Los cristianos no somos gente sin responsabilidad. Seamos adultos o jóvenes maduros, aprendemos a trabajar para nuestro propio sustento y para proveer a los necesitados. ¿Tienes tú una cultura de servicio y de trabajo? ¿La ejemplificas? ¿La enseñas a tus hijos?

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